viernes, 13 de marzo de 2009

LA SEDICIÓN DEL PLATERO JUAN FERNÁNDEZ

En Valdivia, un platero llamado Juan Fernández, hastiado de los trabajos de la guerra, concibió el proyecto de fugarse, y pasó a Angol a buscar entre los soldados descontentos algunos compañeros para esa empresa. Descubierto en sus manejos por el capitán Bernal de Mercado, el infeliz platero fue remitido a Valdivia, y sometido a juicio por el oidor Torres de Vera. Después de aplicarle tormento para que diera su confesión, se le condenó a la pena de horca, y se le ejecutó sin conmiseración. Se creyó entonces que en este plan estaban comprometidos algunos personajes más altos que los simples soldados, y que ese castigo había evitado un serio peligro.
“Luego prendió a1 Juan Fernández, que ansi se llamaba: pusolo a quistion de tormento. Viéndose en tanta necesidad, por salvar la vida, dijo: que otros muchos hombres principales estaban con la misma voluntad, y que por orden suya había ido [a] Angol a saber la voluntad que tenían los soldados que allí estaban. Averiguado y sacado en limpio, se hallo no ser ansi, mas de como hombre que se veía perdido procuraba por aquella vía su remedio, creyendo escapar por allí a vueltas dellos; pues no hallándose otro alguno culpable sino a el solo que lo tramaba, después de bien informado lo mando ahorcar.”
(Alonso de Góngora y Marmolejo, Historia de Chile desde su descubrimiento hasta 1575, pág. 202)

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