viernes, 8 de mayo de 2009

1912 - 1953

En 1912 estallaría una huelga de funcionarios portuarios en Corral, los cuales solicitaban mejoras laborales.
También las instalaciones de la Compañía Cervecera Anwandter sufren un incendio de proporciones, lo que obliga a sus dueños a invertir en su reconstrucción.
El 13 de julio se creaba a instancias de Otto Stolzenbach el Club de Yates de Valdivia, siendo la institución más antigua de Chile.
Durante 1913 el fotógrafo Roberto Knittel Reinsh publica su obra “Álbum de Valdivia antes del gran incendio: 1858 - 1909” con imágenes de la ciudad de fines del siglo XIX.
El 22 de marzo de 1916 un voraz incendio se declara en la sede del Club Alemán de Valdivia, donde pereció uno de los garzones que allí laboraba. La pérdida para el Club, sus socios y la ciudad fue irreparable, y tuvieron que pasar años antes que pudiera reiniciar su actividad cultural y social. Varias dependencias que arrendaban no cumplían con los requisitos mínimos para funcionar y los socios comenzaron a perder el interés renunciando finalmente a su membresía. Se establece momentáneamente en el Hotel Bussenius en el costado sur de la Plaza antes de radicarse en su ubicación actual.
Durante este año los Anwandter accederían a vender la Cervecería a la Compañía Cervecerías Unidas. Esta Compañía logro mantener activa las instalaciones hasta el terremoto de 1960.
En el transcurso de la Primera Guerra Mundial los comercios de la región (Valdivia, Osorno y Puerto Montt) no sufrirían sanciones comerciales y no serian incluidas en las “Listas Negras” por parte de los británicos y norteamericanos, lo cual les permitiría abastecerse de bienes británicos. En diciembre de 1917, se decidió unificar la política británica con la de Estados Unidos y poner en la lista negra algunas de las más importantes firmas alemanas de Valdivia. Aun así, las restricciones sobre el comercio alemán fueron aplicadas con menos rigor en esa región del país.
Durante febrero de 1917 se celebra la primera Semana Valdiviana siendo coronada como soberana Mercedes Escobar Moreira.
El 28 de diciembre de 1917 por medio del Decreto Ley N° 4581 se reconoce a la ciudad de Lanco su categoría de Comuna separándose de San José de la Mariquina, gracias a las gestiones del diputado Luis Urrutia Ibáñez.
El 9 de noviembre de 1919 se iniciaban las labores de construcción de la Clínica Alemana. El lugar fue donado por Luis Rudloff. La Clínica comenzaría a funcionar en abril de 1923.
Durante 1919 se gestiono la implantación de la enseñanza industrial y comercial en Valdivia.
En 1922 se produjo una manifestación anti patriótica en la Plaza de la Republica, y el intendente Carlos Bennett hablo a la muchedumbre y consiguió hacer triunfar la cordura y el respeto a los valores patrios.
Durante una subida del curso del río Valdivia el 28 de julio de 1922 la ciudad se vería afectada. Una de las edificaciones anegadas seria las oficinas de la empresa Hoffman Hermanos.
En 1924 volverían a funcionar los Altos Hornos de Corral cuando la “Compañía Electrosiderúrgica de Valdivia” inicia su trabajo en la zona, la que funcionaria hasta la década del 50’.
Desde septiembre de 1924 Valdivia pasaría a formar parte de la Cuarta Zona de Carabineros según lo disponía la Ley N° 4.052, situación modificada al año siguiente por el Decreto Ley N° 754 (16 de diciembre de 1925) donde disponía que Valdivia seria cabecera de la nueva Sexta Zona de Carabineros de la cual dependerían las provincias de Malleco Cautín, Valdivia, Llanquihue y Chiloé.
En septiembre de 1925 el primer alcalde Hevia Labbé lograba del gobierno un decreto ley que autorizaba a la Municipalidad a contratar un empréstito de un millón ochocientos mil pesos destinados a la pavimentación de adoquín sobre concreto, a pagar deudas pendientes y a la expropiación de los terrenos necesarios para ensanche, apertura y rectificación de calles.
En diciembre con la asistencia del ministro alemán en Chile se erigía un busto de Vicente Pérez Rosales durante la celebración del 75° aniversario de la llegada de los primeros colonos alemanes a la zona.
En 1926 el terrateniente Pedro Warthe procede al lanzamiento de una comunidad al apoderarse de 10 mil hectáreas en Banquero; en el proceso mueren dos indígenas.
En septiembre se logro del gobierno la entrega de la suma de 300 mil pesos para la reconstrucción del Liceo de Valdivia, lo que hizo que el rector Agustín García le dirigiera al intendente una carta de agradecimiento.
El 16 de diciembre de 1926 se inaugura en Valdivia el Congreso de Agrónomos y Agricultores, donde el discurso inaugural lo pronuncio el intendente Bennett.
En diciembre de 1927 la ciudad recibe la visita del Vicepresidente Carlos Ibáñez del Campo.
En enero de 1928 se llevaría a cabo en Valdivia el Tercer Congreso de Boys Scout de Chile.
El 3 de agosto de 1928 son declarados monumentos históricos nacionales dos fuertes del sistema defensivo español que existen en la bahía de Corral.
El 27 de diciembre se declara un voraz incendio en la Iglesia San Francisco, acudiendo la 4ta Compañía de Bomberos de la ciudad. En el incendio perecerían dos padres de la Orden Capuchina. En junio de 1929 el arquitecto Pablo Bernner comienza la construcción del nuevo edificio.
En este periodo en particular aparecerían en los descendientes de los colonos alemanes manifestaciones nacionalistas. Algunos adhirieron a los distintos movimientos políticos que surgieron en especial el Movimiento Nacional Socialista de von Marees. También la ciudad se vería engalanada en distintas fechas por banderas alemanas acompañadas de la svástica.
El 31 de diciembre de 1930 se da inicio al V Congreso Eucarístico Nacional en Valdivia. Asiste a ella el legado papal arzobispo Ettore Felici.
El 8 de abril de 1932, durante un incendio en la sede del episcopado valdiviano, fallece monseñor Augusto Klinke. Monseñor Klinke había sido Gobernador Eclesiástico de Valdivia entre 1910 y 1925 y Administrador Apostólico entre 1925 y 1928.
En 1938 se inicia la construcción del puente Calle – Calle. Esta estructura es de 213 metros de longitud y siete millones de pesos de costo es construida por el ingeniero Federico Wiesse a partir de diciembre. Seria inaugurado el 11 de febrero de 1945.
El 8 de julio de 1944 se erige el Obispado de Valdivia con monseñor Arturo Mery Beckdorf (vinculado a Valdivia por lazos familiares) como su primer obispo cargo que desempeñaría hasta 1955.
El 17 de noviembre de 1944 se fundaba la Sociedad Médica de Valdivia. Entre sus socios fundadores se encontraban los doctores Clemente Holzaphel, Arturo Günther, Rubén Saldias y otros. Su primer directorio lo formaba Juan Wilson, Rubén Saldias, Joaquín Saelzer, Eduardo Tallman y Víctor Crass.
En 1948 la Sociedad Agrícola y Ganadera de Valdivia, SAVAL, inaugura su campo de exposiciones en la Isla Teja.
En 1952 se inaugura a un costado del río Valdivia el Hotel Pedro de Valdivia.
En 1953 se inaugura el puente Pedro de Valdivia que une la ciudad con la Isla Teja.

COMISION PARLAMENTARIA DE COLONIZACION 1911 - 1912

En 1911 una Comisión Parlamentaria de Colonización llegaría a Valdivia a estudiar la situación de conflictos indígenas creados después del periodo de pacificación. A ella acudirían chilenos y mapuches, además de los funcionarios involucrados: Protectores de indios, inspector general de colonización, funcionarios de la Comisión Radicadora de Indígenas, interventor fiscal de colonias.
La Comisión se constituiría en audiencia pública los días 22 y 23 de febrero en el edificio de la Intendencia de Valdivia. Asistieron los diputados Ramón Gutiérrez, Armando Quezada, Luis Alfredo Rivera y Zenón Torrealba. Se presentaron las siguientes solicitudes a la comisión: 12 solicitudes de amparo, 2 de aumento de cabida, 2 de apertura de camino, una de entrega de hijuela y una de radicación.
El Protector de Indígenas de Valdivia informaba del alza de los juicios de partición de tierras donde los accionistas indígenas eran los más dañados. Un ejemplo de ello seria la partición del fundo Nolgehue, sobre la cual de los cien indígenas dueños del fundo alrededor de quince o veinte se verían obligados a dejar sus tierras a cambio de $ 11, 65 que les adjudico el juicio divisional. Ante situaciones como las descritas el Protector de Indígenas preguntaba que medios debía utilizar para proteger a los indígenas nacidos y criados en las tierras en disputas y como debía proceder ante el amparo legal que tenían las particiones de tierras. El resultado de las audiencias realizadas por la Comisión seria que los mapuches eran expuestos a una serie de fraudes, maniobras, engaños y violaciones generales de la ley que los afectaban, en lo que concernía a la propiedad de sus tierras
Ante lo anterior, es decir, la ineficacia de los protectorados de indígenas, la Comisión propuso cuatro medidas para transformar los protectorados mejorando su labor. Las propuestas fueron las siguientes:

a) Ser facultados, por medio del ingeniero del Protectorado, para la práctica de la división de las reservas. Adjudicar a cada comunero la parte que le corresponda, tomándose razón de estas divisiones en los títulos correspondientes, agregándoles actas complementarias y un plano explicativo.
b) Inscribir los Títulos de Merced en el Conservador de Bienes Raíces del departamento donde estaban ubicados los terrenos a que se referían los títulos. Sucedía que, como esos terrenos no aparecían inscritos en el Conservador del departamento en donde estaban situados, se presentaba cualquier persona vendiéndolos a otro particular, publicando los avisos legales. Una vez vencidos los treinta días de la publicación, el Conservador inscribía la venta, obteniendo el particular un titulo aparente que para anularlo, debía iniciarse y tramitarse un juicio largo y engorroso, permaneciendo mientras tanto el particular, en posesión de los terrenos litigados.
c) Imponer una pena a los notarios que otorgaran escrituras públicas sobre terrenos de indígenas, contraviniendo a la prohibición que establecía el inciso 2° del artículo 2° de la Ley de 11 de enero de 1893.
d) Establecer que la imposibilidad de los indígenas de desistir por si mismos de las acciones judiciales entabladas por los Protectores, y su no obligación de pagar las contribuciones de haberes.

FIESTAS DEL CENTENARIO 1910

Valdivia realizo obras en su malecón ribereño, preparando así las regatas del 18; se hizo lo mismo con en el alcantarillado de la ciudad, y se ideo pavimentar la ciudad para septiembre. Las fiestas oficiales se redujeron a un desfile del Ejercito, que recibid un estandarte regalado por la ciudad. También se realizaron regatas hechas en el río Calle - Calle.

EL INCENDIO DE 1909 Y LA RECONSTRUCCION

El 13 de diciembre de 1909 un incendio de grandes proporciones arrasa con 18 manzanas de la ciudad. A las 00:30 de la madrugada de este día se declararía un incendio en calle Picarte, una cuadra antes de llegar a la Plaza de la ciudad. Debido a varios problemas con las tomas de agua del lugar el incendio se propago al otro costado de la calle, tornando casi imposible manejar el sinistro que ya adquiría grandes proporciones. A estas alturas varios edificios públicos y de gobierno habían sido alcanzados por las llamas. La gente debió salir con lo que tenían hacia otros sectores de la ciudad. Acudirían al llamado de auxilio varias compañías de fuera de Valdivia, así como personal del ejército. El incendio alcanzaría también las riberas de la Isla Teja y las embarcaciones que se encontraban ayudando en labores de salvamento.
Días después llegaba el Presidente Pedro Montt junto al ministro del Interior, Ismael Tocornal, a coordinar las ayudas a los damnificados e iniciar el proceso de reconstrucción de ciudad.
A raíz de la destrucción de una gran parte de la zona céntrica de la ciudad, esta sufriría grandes cambios. Se iniciaría la construcción de una nueva red de agua potable y su alcantarillado, nivelación, cambios en el trazado y pavimentación de las calles (varios callejones y calles desaparecerían para dar extensión a otras existentes), construcción de nuevos edificios públicos y privados con materiales sólidos y una renovación total de la fisonomía de la Plaza de la República. Las obras comenzarían después que el Congreso en Santiago aprobara los fondos respectivos.
El siniestro dejo dieciocho manzanas para su renovación. A partir de 1910 comenzarían los trabajos de remoción de tierra y piedras, luego se adjudicarían los proyectos de construcción y recién en 1913 se comenzaría la construcción de los nuevos edificios del centro de la ciudad.
La pavimentación de las calles estuvo a cargo de la firma Corte, Anguita y Cia.; el diseño de la plaza lo ejecuto en septiembre de 1913 Betti, Prado y Cia.; la construcción de edificios estuvo a cargo de las empresas de Reinaldo Romero y Cia., Buró y Cia., etc.
Algunas construcciones destacadas son: Intendencia, donde además se alberga la Oficina de Correos y la Corte de Apelaciones; Hotel Palace, de tres pisos, de Eduardo Vallejo construido en julio de 1915; Banco Alemán Trasatlántico, que se incendia en 1918 y es substituido por otro edificio (actual Taboada); edificio Bischoff, primera galería comercial de la ciudad; el de Félix Corte, actual Club La Unión, entre otros.
Una de las consecuencias del incendio seria el arresto de Elisa Gross de Seiter y de su marido Teofilo Setter por el incendio de la panadería ubicada a cuadras de la plaza y de donde se presume inicio el incendio que afecto al centro de la ciudad. El fiscal Luis González solicitaría el 29 de diciembre de 1909 la pena de 10 años y un día a Elisa Gross y el sobreseimiento de la acusación contra Teofilo Seiter.

LOS ALTOS HORNOS DE CORRAL (1906 - 1908)

Con aporte de capitales galos de la firma francesa Schneider y Co. Creuset, se instala en Corral, en 1906, la primera industria siderúrgica del país. Un estudioso de los bosques, Federico Gedtzen, haría un informe sobre la tala del alerce en la zona de construcción del los Altos Hornos. Recomendaba que no se talara ninguno ya que estos tardarían mucho en desarrollarse. Aun así, los Altos Hornos se construyeron y los árboles desaparecieron.
Es en 1908 cuando se inicia la construcción de la primera planta siderúrgica en Corral cuyo alto horno comenzó a funcionar en 1910 pero por problemas técnicos debió paralizar actividades al año siguiente.

En 1908, la Sociedad “El Triunfo Ilustrado Femenino” fundaba una serie de Escuelas Nocturnas para obreras ubicadas en los barrios El Crucero, Canelos, García Reyes y Yerbas Buenas. “Ocurrid obreras a nuestras Escuelas. La Educación i la civilización, es la que marca el progreso i el adelanto de los pueblos, ella convate el vicio i la ignorancia i da paso a la virtud i a la ciencia”, rezaban los panfletos fundacionales.

PARLAMENTO DE COZ COZ 1907

El 18 de enero de 1907 se realizaría en las llanuras de Coz Coz, cerca de Panguipulli, el último Parlamento mapuche. Este parlamento seria organizado por Manuel Curipangui – Treulen, lonko principal de Coz Coz. Asistirían los lonkos Lorenzo Carileu de Quilche, Reucan Nahuel de Chalupén, Naguilef Loncon de Llongahue, Juan Cheuquehuela de Antilhue, José Cheuquefilu de Cayumapu, Juan Catriel Rain de Trailafquen, Mauricio Hueitra de Ancacomoe y Camilo Aillapan de Panguipulli.
En este Parlamento se discutirían los mecanismos de defensa de las tierras ante el desalojo sistemático a los cuales se veían expuestas las comunidades frente a los colonos y se elegiría al lonko de las comunidades de “ochenta leguas a la redonda”. La elección del lonko recayó en Juan Catriel Rain, cacique de Trailafquen.

En mayo de 1907 como consecuencia de una huelga en Santiago los majadores (operarios de ferrocarriles que colaboraban con los herreros en sus fundiciones) de Valdivia se unirían a las reivindicaciones de sus colegas santiaguinos, pero esta huelga no tendría muy buen fin.
El 21 de mayo de 1907 un grupo de industriales locales fundaba la Cámara de Comercio e Industrias, instituida para desarrollar el comercio, industria y turismo de la región.
El 15 de octubre en las aguas de Valdivia un vapor embestía contra un pequeño bote, pereciendo dos pasajeros de la embarcación mayor.
Un sismo ocurría en la ciudad el 23 de noviembre, causando grietas a varias casas y a la oficina de la Aduana. La catástrofe costó la vida a dos personas y la emergencia fue auxiliada por el Intendente de entonces, don Enrique Cuevas Bartholin.

CIUDAD DE EMPUJE 1892 - 1906

El 2 de mayo de 1892 se registrarían serios incidentes en el puerto de Corral. Los 72 trabajadores traídos desde el norte para trabajar en el tendido del ferrocarril en el departamento de La Unión provocaron disturbios espontáneos. Las autoridades del puerto los encerrarían en los cuarteles para evitar mas desmanes, pero algunos trabajadores exigieron su liberación aduciendo ser trabajadores libres y no reos. La exigencia fue aceptada y se libero a los retenidos pero una vez liberados estos encabezarían una serie de desmanes en las cantinas del puerto. Las fuerzas del orden tendrían que actuar con toda energía, ultimando a tres obreros.
En 1893 por medio de la Ley N° 1 del 11 de enero el gobierno extiende a Valdivia, Llanquihue, Chiloé y Magallanes la prohibición total de adquirir terrenos de indígenas inscritas o no inscritas a particulares. Además se prohibía a notarios “extender escritura alguna de venta, hipoteca, anticresis, arriendo ó cualquiera otro contrato en virtud del cual se prive directa ó indirectamente á los indígenas del dominio, posesión ó tenencia del terreno que ocupan”.
En 1894 se eligen autoridades edilicias quedando compuesto el municipio de la siguiente manera: Carlos Acharan Adriasola, primer alcalde; Luis Rudloff Sangsmeister, segundo alcalde; Carlos Bischoff Voelbrecht, segundo alcalde; y los regidores Juan Manuel de Lorca Agüero, José María Adriasola, Federico Riedemann, José Maechel, Ricardo Korner y Carlos Echevarria Pérez de Arce.
El 19 de abril de 1895 sorprendería a la ciudadanía el incendio sufrido por la Catedral.
Luego de la creación del Cuerpo de Gendarmes de las Colonias (1895) y del nombramiento del capitán Hernán Trizano Avessana como Comisario de este Cuerpo se procedería a su organización. Con asiento en la ciudad de Temuco y una dotación formada por un Comisario, 2 Inspectores, 4 Subinspectores y 50 guardianes, el Cuerpo de Gendarmes para las Colonias quedó encargado de efectuar servicios de seguridad en las provincias de Arauco, Malleco, Cautín, Valdivia y Llanquihue, bajo la dependencia directa, para los efectos de los servicios que debían realizar, de los respectivos Intendentes, siendo el de Cautín el superior inmediato del Cuerpo. El Cuerpo de Gendarmes de las Colonias funcionaria efectivamente hasta 1907 cuando fue fusionado con Carabineros.
Por decreto supremo de 18 de marzo de 1896, firmado por el Ministro Gaspar Toro, se creó la Escuela Normal de Valdivia con el nombre de Camilo Henríquez. El primer director del plantel fue José María Muñoz Hermosilla.
El 19 de agosto de 1896 se produce un incendio que causaría graves daños en la población valdiviana.
El 14 de septiembre se dicta la Ley Nº 380 sobre colonización de las provincias de Malleco, Cautín y Valdivia, autorizando al Presidente de la Republica para conceder hijuelas de hasta 80 hectáreas por cada padre de familia y hasta 40 por cada hijo.
El 16 de marzo de 1897 el Presidente Federico Errazuriz Echaurren visitaría la ciudad, llegando a bordo del crucero Blanco Encalada, siendo agasajado en casa de la familia Anwandter por las autoridades de la zona. A Luis Rudloff le correspondió dar la bienvenida a nombre de la ciudad a tan ilustre visita. Era la primera de un Presidente de Chile a la ciudad.
En julio de 1899 la Avenida Arturo Prat sufriría los embates de la naturaleza al aumentar el nivel del río e inundar el área.
El 19 de agosto por medio del decreto N° 2.183 se le concede personalidad jurídica al Cuerpo de Bomberos de Valdivia.
Durante el año 1900 se producirían dos incendios de importancia, el primero el 14 de marzo y otro el 12 de mayo.
Un decreto de 1900 ordenaría extender el trabajo de la Comisión Radicadora de Indígenas a la provincia de Valdivia.
Con la promulgación de la Ley de Alcoholes en 1902 la producción de cerveza decaería mucho, ya que esta aplicaba un impuesto muy alto al producto. Las quejas de los productores chileno – alemanes no se hicieron esperar, incluso llegando al Presidente Riesco y el Congreso. Desde esta última instancia se aclararían algunos detalles al decírseles a los productores que la ley “estimada buena o mala la ley para los intereses de los destiladores de granos, no habrá reforma alguna porque la ley se ha hecho para nosotros".
En 1903 la ciudad se estremecería con tres siniestros provocados por el dios del fuego. Estos se producirían los días 10 de enero, 7 de febrero y 3 de agosto.
El 17 de febrero de 1904 acontecería un incendio de proporciones durante la visita del Presidente Germán Riesco. El incendio daría inicio en Sastrería Russ y afectaría principalmente Botica Carrillo, carnicería Haverbeck, la Oficina de Telégrafos y la Intendencia. En la Intendencia se encontraba pernoctando el Presidente Germán Riesco, quien, alertado del siniestro, apenas saldría a medio vestir del edificio. El incendio causaría gran alarma en el país y seria tratada la situación de manera jocosa en algunas publicaciones periódicas. Otro incendio ocurrido este mismo día afectaría al palacio episcopal, construido en 1902 por el Obispo Ramón Ángel Jara.
El 28 de diciembre, otro incendio, consume 23 edificios en Picarte con Anfión Muñoz, incluidos la Escuela Profesional Femenina y el Registro Civil.
En mayo de 1906 como consecuencia de una huelga nacional de majadores (operarios de ferrocarriles que cooperaban con los herreros en sus fundiciones) de ferrocarriles en Valdivia los empleados se adhieren a esta exigiendo mejoras salariales.
En agosto de 1906 se produce un gran terremoto en la ciudad. Una de las estructuras caída fue la torre de la Catedral.

EL FERROCARRIL A VALDIVIA (1892 - 1908)

En 1892 se inicia la construcción del primer tramo del ferrocarril de Valdivia a Osorno que comprendía Valdivia hasta Pichirropulli, llega a La Unión en 1896 y a Osorno en 1899.
La unión de Valdivia con la red ferroviaria nacional obliga a la construcción de un puente en el río Calle - Calle en la localidad de Antilhue.
En 1899 las líneas ferroviarias llegan a la ciudad, que así queda conectada al troncal a través del ramal Antilhue – Valdivia.
La obra se inaugura el 11 de abril de 1906. La inaugura el Presidente Federico Errazuriz en la locomotora 260. En ella participó el ministro de Industria y Obras Públicas, Ramón Antonio Vergara Donoso y el de Relaciones Exteriores, Federico Puga Borne. Acude la gente en un tren especial; la bendición la efectúa el obispo Ramón Ángel Jara y el discurso inaugural Arturo Alessandri Palma. En la ciudad se crea una planta de empleados e instalaciones.

TROMBA MARINA DE 1881

Una tromba marina ocurriría en la ciudad el 26 de abril de 1881, la cual dejaría serios daños. Destruiría gran parte la ciudad a su paso, los edificios públicos sufrirían desde sus cimientos.
A las 15:50 de ese día un ciclón o tromba marina asolaría en centro de la ciudad. Todo comenzó con una tormenta eléctrica y lluvia de proporciones nunca vistas con anterioridad en la ciudad. Posteriormente un vendaval acabaría por destrozar y dañar gravemente varias estructuras de la ciudad. La Intendencia cayó sobre sus cimientos sin lamentar perjuicios personales. La torre de la iglesia matriz, de unos quince metros de altura, caería sobre los jardines de la plaza arrancada desde sus bases. Los árboles de los jardines de la plaza serian arrancados de cuajo, y las techumbres de los edificios cercanos caerían en los campos de Collico y Angachilla.
A continuación el relato dado días después por Karl Andwanter a Rudolph Amando Philippi:
“El 26 de abril tuvimos después de un temporal con granizo de tamaño extraordinario, un tornado fuerte (...) El camino del tornado casi [no] alcanzó el ancho de una cuadra, pero en este camino no dejó nada intacto. En nuestra cervecería se cayeron dos edificios, y techos de los demás quedaron muy deteriorados; en el centro sufrieron casi todos los edificios de la Plaza y de la calle Arauco. El edificio de la Intendencia fue trasladado cinco metros de sus fundamentos y después completamente transformado en ruinas (...) De la Iglesia, la torre fue destornillada y puesta en la plaza, sin dañarse el reloj ni la campana. La iglesia sufrió tanto daño que a partir de hoy la están demoliendo.”

El 3 de noviembre de 1888 se funda el Club de Remeros “Arturo Prat”. La primera directiva del club estuvo integrada por Jorge Valverde, presidente; Rosendo Gallardo, vicepresidente; Eleodoro Agüero, tesorero y Desiderio Pérez de Arce, secretario.
En 1890 Valdivia se constituye en la capital industrial del país. Las principales actividades manufactureras son la elaboración de cerveza, calzado y cuero.
En septiembre de 1891, luego de finalizada la revolución, el Intendente Juan Soto Aguilar, presentaría a las nuevas autoridades su renuncia por motivos de salud “provocado también por los acontecimientos políticos actuales.”
El 22 de diciembre de 1891 el Congreso Nacional promulgaba la denominada Ley de Organización y Atribuciones Municipales conocida como de la “Comuna Autónoma”.

NUEVOS TIEMPOS 1840 - 1880

En 1841, luego de explorar la zona, Bernardo Philippi, presenta al intendente de Valdivia, José Ignacio García Lagos, un proyecto de colonización alemana de la provincia y que fue enviado al gobierno de Santiago con fecha 18 de agosto de 1842. El ministro del Interior, Ramón Luis Irarrázabal, acepto gustoso los planes de colonización pero no tomaría medidas concretas aun.
En estos años Philippi junto a una firma de Valparaíso y la familia Kindermann comprarían terrenos al sur de Valdivia, a orillas del río Bueno, donde establecerían a los colonos que llegasen a la zona. El fundo se llamaría “Santo Tomas” (rebautizado mas tarde como “Bella Vista”).
En 1844 Philippi renueva su proyecto de colonización frente al gobierno y el intendente de Valdivia, Salvador Sanfuentes Torres, presenta el 15 de julio de 1845 un informe a la Moneda donde les hace ver las circunstancias favorables para realizar el proyecto de colonización.
El 18 de noviembre de 1845, el gobierno de Manuel Bulnes, dicta la Ley de Colonización Selectiva, permitiendo así la venida de colonos a las zonas del sur de Chile, es decir desde Arauco al seno de Reloncavi.
“… para que en seis mil cuadras de los terrenos baldíos que hai en el Estado pueda establecer colonias de Naturales y Extranjeros que vengan al país con animo de avecindarse en él y ejerzan alguna industria útil; les asigne el numero de cuadras que requiera el establecimiento de cada una y de las circunstancias que lo acompañaren; para que les auxilie con los útiles, semillas y demás efectos necesarios para cultivar la tierra y mantenerse el primer año.”

En agosto de 1846 llegaría a Valdivia el velero “Catalina” con los primeros 34 colonos que se instalarían a orillas del río Bueno en los Llanos de Osorno. Los inmigrantes que arribaron entonces a Valdivia era: Georg Aubel (herrero), Johann Bachmann (carpintero), Lorenz Hollstein (mueblista), Bernard Henckel (zapatero), Johannes Ide (constructor de molinos), Joseph Jaeger (jardinero), Heinrich Kramer (pastor ovejero), Heinrich Kramm (hortelano) y Nikolaus Ruch (herrero).
Lamentablemente los terrenos asignados a estos colonos ya no estarían accesibles.
En noviembre de 1846 se decretaba la construcción del edificio de la escuela de primera enseñanza en Arique con aportes del gobierno.
En febrero de 1848 se negocia en Roma, entre el ministro chileno Ramón Luis Irarrázaval y las autoridades de la Iglesia, el envío de una expedición de capuchinos italianos destinados exclusivamente a Valdivia.
El 18 de marzo de 1848 Ignacio Agüero y Guarda con el Protector de Indígenas Pedro José Montesinos y por orden del Intendente Juan Francisco Adriasola, toma posesión de las ruinas de Villarrica, cumpliendo una orden del Presidente Manuel Bulnes que da una pensión de 10 pesos mensuales al cacique Catrilef.
El 30 de agosto de 1848 el Presidente Manuel Bulnes dispuso de la creación de una Gobernación Marítima para Valdivia. Esta se instalo en el puerto de Corral hasta que fue trasladada a Valdivia en 1940.
El 26 de octubre de 1848 el Intendente de Valdivia Juan Francisco Adriasola declararía nulas las compras de terreno realizadas por Franz Kindermann y Johann Renous.
El gobierno encargaría, en 1849, a Wilhelm Frick y al ingeniero Agustín Olavarrieta el reconocimiento y mensura de las tierras fiscales de la provincia. El informe elaborado a raíz del procedimiento indicaba la existencia de tierras fiscales en Valdivia, Puyehue, alrededores de la laguna Llanquihue y Osorno, todos de escasa superficie.
El 1° de enero de 1849 desembarcan en Valdivia los padres Lorenzo de Verona, Constancio de Trisabio, Feliciano de Estrevi, Pablo de Royo, Francisco de Sasari, Adeodato de Bolonia, Amado de Bra, Romualdo de Ciudad Nueva, Tadeo de Pfatter, Constantino de Voire y Constantino de Pouzon con el encargo del gobierno de levantar misiones en la provincia. Se harían cargo de las misiones de Valdivia, San José de la Mariquina, Quinchilca y Río Bueno.
En junio de 1849 el Promotor Fiscal Juan de Dios Barril, a causa de esta compra, interviene ante el Juzgado de Valdivia demandando a Kindermann y Renous. El Promotor Fiscal aducía que la compra no se ajustaba a derecho ya que los terrenos eran de particulares y no fiscales como se pensaba. Lo anterior hacia creer en la inexistencia de los Títulos de Comisario otorgados por el Estado a huilliches. Esta demanda en si era muy importante ya que evidenciaba el total desconocimiento de la propiedad huilliche en la zona de colonización.
En comunicado oficial de fecha 4 de enero de 1850 el intendente de Valdivia Juan Miguel Riesco al ministro del interior Antonio Varas informaba textualmente:
“VieL ha desistido enteramente del proyecto de comprar la isla perteneciente a la Municipalidad de esta ciudad y en virtud de este desistimiento hemos sido de opinión, tanto la corporación, como yo, Pérez y otros vecinos de enajenarla en pequeñas hijuelas a los últimos colonos venidos de Hamburgo en la barca Hermans... Por todas estas razones ha determinado la Municipalidad venderla a censo irredimible a los colonos de la Hermans, sacando mucho más provecho que el que ofrecía Viel, pues los alemanes dan por el termino de cinco años lo mismo que este ofrecía, y después siguen o aumentando cincuenta pesos cada año hasta el completo de quinientos pesos, que viene a ser el importe total del censo que seguía dando anualmente la isla; por consiguiente se ha obtenido doble beneficio, puesto que Vie1 solo había ofrecido doscientos cincuenta pesos anuales.”

El 29 de junio de 1850, arribaría el “Helena” con un numeroso grupo de colonos alemanes reclutados por Vicente Pérez Rosales y Bernardo Philippi, estaban liderados por el ex – diputado Karl Andwanter Figg. Estos colonos se asentarían en la Isla Teja y la comprarían a la ciudad de Valdivia “en venta pública y enajenación perpetua para siempre jamás a censo irredimible”, según consta en escritura publica fechada el 18 de diciembre de 1850.
En este año también se llevaría a cabo un Censo de Inmigrantes alemanes. En ese año (1850) había 212 inmigrantes de los cuales 113 eran hombres y 99 mujeres.
El 16 de octubre de 1850 se dictaba un reglamento para la cárcel de Valdivia. Este reglamento contenía un titulo para el Alguacil Mayor junto a sus atribuciones. Correspondía al Alguacil Mayor la inspección de la cárcel en su régimen económico. Era su deber proponer a la Intendencia y al Juez de Letras las medidas que creyera convenientes para el mejor servicio de la cárcel, que no estuviera dentro de sus atribuciones disponer. Debía fomentar los trabajos industriales en que se ocuparan los reos, y proponer arbitrios para la intalaci6n de los talleres. Tenia además que conservar en su poder una copia del inventario de los útiles en poder del Alcaide, y pasarles revista cada dos meses. Finalmente, debía cuidar que el alcaide cumpliera con los deberes de su destino, y que el reglamento de la cárcel se observara con absoluta exactitud.
El 7 de diciembre de 1850 por disposición del gobierno de Manuel Bulnes se lleva a cabo la fundación de la villa de San José de la Mariquina.
La candidatura de Manuel Montt a la presidencia mantenía un gran apoyo por parte de Valdivia. La oposición estaba representada por unos pocos funcionarios públicos, entre los que se contaba el Administrador de Aduana, Manuel Iñiguez.
El 18 de diciembre se concretaba la compraventa de la Isla Valenzuela. El agrimensor Santiago Reuter se encargo de dividir los terrenos llegando a 48 lotes. Según lo estipulado en el contrato de compraventa los propietarios debían pagar inicialmente $250, al que se agregaban anualmente 50 pesos hasta llegar a $ 500. En febrero de 1851 el gobierno aprobaría la venta. En 1853 se levantaría un plano de la isla que seria suscrito por el Procurador de la Municipalidad, Miguel Bravo Aldunate; el Intendente Vicente Pérez Rosales y Tomas Albarracin, testigos y los 47 propietarios.
En 1851 el colono Karl Anwandter fundaría una cervecería en la Isla Valenzuela (actual Isla Teja). En abril de 1852 solicitaba además autorización para instalar una Botica en Valdivia que sustituiría a la del Estado, pobremente abastecida.
Hacia 1851 el Colegio de Valdivia se encontraba en una situación muy deficitaria. El director del establecimiento solicitaría a las autoridades nacionales el cierre del Colegio y su refundación además de su reestructuración completo. Las autoridades dispondrían de una reestructuración del Colegio, sin cerrarlo.
En 1851 se fundan las colonias de San María a orillas del río Cruces, La Unión, Cudico y Pampa de Negrón.
En 1853 se fundaría el Club Alemán como una forma de mantener unidos a los colonos recién llegados a Valdivia. También se establece bajo el alero de Karl Anwandter el primer “Servicio de Bomberos” de la ciudad. Además en este año, la Cervecería Anwandter se constituye en la "Sociedad Anwandter Hermanos", lo que, al aumentar su capital, le permite entrar en una etapa de modernización y expansión de sus instalaciones.
El 12 de febrero de 1853 se fundaría el Cuerpo de Bomberos de Valdivia, la segunda del país, luego de Valparaíso.
En agosto de 1855 la Corte Suprema emitía su fallo en el caso seguido contra Renous y Kindermann por compra fraudulenta de tierras huilliches. La sentencia decía:
“… se ordena por el Supremo Gobierno al Intendente de Valdivia que mandase sobreseer en esta Causa por las razones que en él se expresan, lo cual importa verdadero desistimiento de la demanda promovida por la parte fiscal, se aprueba la sentencia consultada el 25 de marzo último, con declaración de que debe dejarse a Kindermann en quieta y pacifica posesión de los terrenos comprados a los naturales que se mencionan en las expresadas escrituras.”

Por un decreto ley del 4 de diciembre de 1855, se incluía a la provincia de Valdivia en las restricciones a las ventas de tierras indígenas. Estas acciones debían estar sujetas a la determinación del intendente.
Una medida para arraigar a los nuevos colonos en el país que adoptaban fue la promulgación del Decreto del 18 de julio de 1856 sobre Naturalización de los colonos en Chile. El artículo 1º decía:
“Artículo 1º. Los extranjeros que se establecieren como colonos en Chile i que desearen naturalizarse, manifestaran su designio ante la municipalidad del departamento en que residen”… “harán esta manifestación ante una comisión compuesta del Intendente i de dos de los alcaldes.”

El Gobierno a través del Ministerio del Interior instruía al Intendente de Valdivia (6 de septiembre de 1856) para que: “Todos los dueños de terrenos o propiedades rurales adquiridos de indígenas o de quienes se declaren por tales al contratar en el territorio de la provincia de Valdivia desde enero de 1845 en adelante, sea que los hayan adquirido por compra a los indígenas o de cualquier otro modo, deberán hacerse tomar razón de sus títulos en la Secretaria de la Intendencia, en el termino de dieciocho meses contados desde la fecha de este decreto.”

Durante abril de 1857, a petición del Intendente Juan Francisco Adriasola, se fundaban varias escuelas y liceos en la provincia, entre ellos en Corcovado, Pidei, La Unión y Río Bueno.
Durante la Revolución de 1859 las fuerzas opositoras al gobierno y a Manuel Montt acudieron y realizaron conversaciones con los caciques locales para derrocar a las autoridades de la provincia aduciendo que estaban dispuestas las autoridades a vender las tierras de los huilliches. El intendente Ruperto Solar llamaría a los “capitanes de amigos” a tranquilizar a los huilliches respecto a la venta de tierras y que no participaran de la sublevación.
El 17 de Diciembre de 1859 un gran incendio reduce a cenizas la Intendencia, Tesorería, Juzgados, Notaría, Escuela y Cárcel.
En un discurso presidencial se hace ver la necesidad de las misiones para la pacificación de los mapuches y huilliches del norte de Valdivia.
“La insurrección de algunas tribus indígenas ha destruido parte de las misiones establecidas en ella; pero se adoptan las medidas para reestablecerlas y aun para fundar otras nuevas. Dos son las comunidades regulares encargadas de este importante objeto, una a quien se ha confiado las misiones de la frontera de Arauco y otra que tiene a su cargo las de la frontera de Valdivia. Combinados los esfuerzos de ambas, los resultados serian más satisfactorios, pero esto requiere una dirección única que, sin alterar las peculiaridades de los estatutos de cada comunidad, establezca y mantenga entre ellas la unidad necesaria para el mejor éxito de sus tareas. Esta necesidad y otras análogas han sido expuestas a la Santa Sede por un Comisionado especial del Gobierno.”
(Discurso al Congreso Nacional del Presidente Manuel Montt, 1 de junio de 1860)

En julio de 1861, inesperadamente, un huracán azotaría la ciudad destruyendo algunos edificios y destrozando parte de las torres de la Iglesia Mayor.
En 1861 la provincia perdería territorio. El 22 de octubre de ese año el departamento de Osorno pasaría a formar parte de la nueva Provincia de Llanquihue. Se dejaba así el límite sur de la Provincia de Valdivia en el Río Bueno.
Este año se iniciarían los trabajos de construcción de la Iglesia San Francisco, con su casa misional, talleres, aulas y residencia. Se concluiría en 1866 y seria construido por el padre Tadeo Pfatter.
En 1863, después de algunos años de litigio, Renous y Kindermann inscriben en el Conservador de Bienes Raíces de Osorno las tierras compradas en 1846 a los indígenas, creándose así los Fundos “Llesquehue” y “Cordillera de Río Blanco”.
El 17 de enero de 1864 un incendio consume más de 300 casas entre las calles Maipú, San Francisco e Independencia. Entre los edificios que sucumbieron en el incendio se mencionan: Intendencia, Tesorería, Cuartel de Policía, Administración de Correos, Cárcel, Juzgado, Municipalidad, Cuartel de Bombas, Escuela, etc. Como dato curioso, cabe agregar que el incendio fue cortado destechando las casas y edificios de las vecindades, cuyas maderas eran el principal estimulo en su propagación.
En La Unión es asesinado el carpintero alemán Karl Witting por Narciso Quezada un 18 de septiembre de 1867. La comunidad dejo de lado las Fiestas Patrias y se dedico a buscar al asesino. Este seria arrestado y llevado a Valdivia donde se le juzgaría y sentenciaría a ser fusilado.
El 25 de diciembre el cacique Narciso Loncochino junto a 30 mocetones intentarían asaltar el pueblo de La Unión. Es reducido por las fuerzas nacionales abortándose el ataque.
El 14 de agosto de 1873, el intendente de Valdivia ordenaba al gobernador de La Unión, mandar al notario de esa ciudad que no otorgara escrituras de tierras indígenas, ya que debían ser suscritas ante él. El notario reclamó a la Corte de Apelaciones de Concepción, planteando que en julio de 1873, se había dispuesto que desde 1866 las restricciones a las ventas de tierras indígenas se redujeran a los departamentos de Angol, Lebu e Imperial. La Corte apoyó al notario ordenando al juez de letras de Valdivia, el 10 de septiembre de 1873, velar por el libre desempeño del notario. El gobierno no se conformó con esta decisión, y elevó una consulta a la Corte Suprema; el 10 de noviembre de 1873, el fiscal del máximo tribunal respondía que no había duda que el territorio de Valdivia y La Unión estaban sujetos a las reglas ordinarias y comunes sobre enajenación de terrenos pertenecientes a particulares, no importando si eran indígenas. El gobierno aceptó esta postura.
El 12 de septiembre se crea la sociedad anónima Unión de Valdivia, donde se organizan por primera vez los empresarios valdivianos (comerciantes, propietarios y empleados). La presidio José Maria Adriasola, y a través de ella se comercializan animales, cecinas, pieles, y se adquieren todo tipo de predios.
En 1874 se constituye la Sociedad Andwanter Hermanos para la elaboración de cerveza en la Isla Teja. En 1890 se convertiría en la principal productora de cerveza, sitial que conservaría hasta 1920.
El 1 de marzo de 1875 el “Servicio de Bomberos” de la ciudad pasa a denominarse Primera Compañía de Bomberos “Germania”. A esta le seguiría en 1876 la Segunda Compañía de Bomberos “Bomba Sotomayor” y la Tercera Compañía de Bomberos; en 1877 se funda la Cuarta Compañía de Bomberos “Bomba Flotante”

INTENDENCIA DE SALVADOR SANFUENTES (1844 - 1846)

El 4 de julio de 1844 asumía el mando de la provincia de Valdivia en su calidad de Intendente el señor Salvador Sanfuentes Torres. Este intendente, a pesar de haber estado a cargo de la provincia tan solo año y medio, realizo una laboriosa acción a favor de la misma.
Con los pocos recursos disponibles fundaría un colegio de instrucción secundaria, un hospital, mejoro la infraestructura de las escuelas primarias, estableció una oficina de correos, arreglo las vías de comunicación de la provincia. Por otro lado realizaría expediciones al interior de la provincia detallando la geografía y el clima.
En julio de 1844 el Intendente recibe instrucción del ministro de Relaciones Exteriores contra la práctica de extracción de menores de ambos sexos por capitanes de buques, para ser llevados como esclavos al Perú.
Creada la primera Junta Provincial de Educación el 24 de agosto de 1844 el rector de la Universidad de Chile designa como sus miembros al regidor Juan Jiménez, el presbítero José María Arriagada, Juan Félix de Alvarado y Luque, Francisco Montesinos como representantes de Osorno, y José María Corvalán, del de La Unión; en enero de 1848 la municipalidad nombra como su representante al regidor José María Adriasola y a José Irigoyen para inspector en La Unión.
El 24 de mayo de 1845, por decreto del Presidente Manuel Bulnes y el ministro Antonio Varas, se funda el Liceo o Colegio Literario. El 19 de septiembre se instala el Liceo de Valdivia siendo su primer rector José Ramón Elguero del Campo. El 22 de septiembre se publica su primer plan de estudios y ocho días después su Reglamento Interno.
El 18 de junio Sanfuentes a través de un informe apoya la idea de la colonización de la provincia presentada el año anterior por Philippi.
En abril de 1846 el gobierno disponía la habilitación de un puerto en la desembocadura del Río Bueno.
El 18 de junio el piloto francés José Eduardo Nolibios de Neuville logra traspasar la barra del río Bueno en la goleta “Elisa”.
Hubo de abandonar la intendencia en septiembre de 1846 a raíz de un nombramiento ministerial.

TERREMOTO DEL 7 DE NOVIEMBRE DE 1837

Este terremoto, acaecido el 7 de noviembre de 1837, acarrearía muchos estragos a Valdivia, Osorno y Ancud. Isidro Vergara, intendente de Valdivia, informaba que el sismo ocurría a las 8:05 de la mañana, con una fuerza tan grande que las personas casi no podían tenerse en pie, las estructuras solo recibirían daños.

“El gran terremoto que ha experimentado en este pueblo en la mañana de este día, se puede asegurar que sea el mayor de los hasta aquí acontecidos ya que con dificultad podía un hombre sostenerse en pié. Las dos únicas iglesias que había en este pueblo, y todos los edificios fiscales se han arruinado completamente; y si no les han cabido igual suerte a las demás casas de esta población ha contribuido sin duda la circunstancia de ser ellas de madera (...) al saber que no ha perecido una sola persona.”
(Comunicado del Intendente de Valdivia, Isidro Vergara al Intendente de Concepción, Manuel Bulnes. Fechado el mismo día del sismo.)

En mayo de 1838 se abre en el convento franciscano, por orden del Prefecto Padre Manuel Unzurrunzaga, una escuela de primeras letras, con el Padre Ignacio García como preceptor, para niños indígenas.
La ciudad sufriría un incendio el 2 de febrero de 1840. Este destruye la Intendencia, se consumió el Archivo Publico con los documentos salvados de otras catástrofes y de los saqueos de 1820.
El 20 de abril de 1843 se firmaba el contrato de permuta entre don Diego Cadagán, Procurador de la Ilustre Municipalidad de La Unión, y don Juan Álvarez, en que éste entrega 55 a 60 cuadras cuadradas ubicadas entre los ríos Llollelhue y Radimadi, a cambio de 213 cuadras de la Pampa Negrón (Los Llanos) ubicados en la junta de los ríos Bueno y Traiguén.

TERREMOTO DE 1835

El 20 de febrero de 1835 tenía lugar un terremoto que asolaba la zona comprendida entre Concepción y Osorno. En Valdivia, el sismo se sentiría a las 11:30 y causaría graves daños.
“Día memorable en los anales de Valdivia, porque se ha sentido el mas violento terremoto que según humana memoria ha tenido lugar aquí. Me encontraba en la costa y me había tendido a la sombra, en un bosque, para descansar un poco. El terremoto comenzó de repente y duró dos minutos, pero a mi compañero y a mí nos pareció mucho más largo. El temblor del suelo era muy sensible; las ondulaciones parecían venir del Este; otros sostuvieron que del Sud-oeste, lo que prueba cuán difícil es determinar la dirección de las vibraciones. No hay gran dificultad para sostenerse de pie, a mí casi de produjo mareo el movimiento, que se parece mucho al de un buque entre olas muy cortas, o, mejor dicho, como si se patinase en hielo muy blando que cediese al peso del cuerpo.
Un terremoto trastrueca en un instante las mis firmes ideas; la tierra, el emblema mismo de la solidez, ha temblado bajo nuestros pies como una costra muy delgada puesta sobre un fluido; un espacio de un segundo ha bastado para despertar en la imaginación un extraño sentimiento de inseguridad que horas de reflexión no hubieran podido producir. El viento, en el momento del choque, agitaba los árboles de la selva; y yo no hice sino sentir la tierra temblando bajo mis pies, sin observar ning6n otro efecto. El capitán Fitz-Roy y algunos oficiales se encontraban entonces en la ciudad; allí el efecto fue mucho más notable, porque aunque las casas construidas de madera no fueron derribadas, no dejaron de ser violentamente sacudidas. Todos los habitantes, presa de loco terror, se precipitaron por las calles. Son estos espectáculos los que crean en cuantos han visto y sentido sus efectos ese indecible horror a los terremotos. En la selva el fen6meno es muy interesante, pero no produce ning6n terror. El choque afecta a1 mar de curiosa manera; una anciana mujer que se hallaba en la playa me dijo que el agua se dirigió con gran rapidez hacia la costa, pero sin formar grandes olas, y subió rápidamente hasta el nivel de las grandes mareas; después recobr6 su nivel con la misma velocidad; la línea de arena mojada me confirm6 lo que la anciana me dijo. Ese mismo movimiento rápido, per0 tranquilo, de la marea se produjo hace algunos años en Chiloé durante un ligero terremoto y caus6 una gran alarma. Durante la velada hub0 muchos choques pequeños que originaron en el puerto corrientes muy complicadas, algunas de ellas bastante violentas”.
(Charles Darwin, Viaje de un naturalista alrededor del mundo, págs. 360 - 361).

En diciembre de 1835 bajo los auspicios del gobierno se embarcan en la goleta “Colo – Colo”, con destino a Valdivia y Chiloé, los presbíteros Rafael Valentín Valdivieso, José Ignacio Víctor Eyzaguirre Portales, Juan Ramón Cabrera Saavedra, Manuel Valdés, Ramón del Canto y el franciscano Manuel Araja. Durante cuatro meses recorren el territorio y al regresar a Santiago confirman en todos los puntos la gravedad del cuadro descrito por el ministro Tocornal. A raíz de esto se gestiona el viaje de franciscanos italianos. En octubre de 1837 es repuesto el Convento de Valdivia con los padres Rómulo Poggi, Querubín Brancadori y Lorenzo Remo.
En nota de 14 de junio de 1836, el Intendente acusaba recibo de la orden de recoger las onzas de oro de 1826 y 1830 que se hallaron en las oficinas fiscales, “el que ha tenido entero cumplimiento en las oficinas fiscales de esta provincia, en las cuales no se ha encontrado una sola onza de oro”.

INTENDENCIA DE JOSÉ JOAQUIN DE LA CAVAREDA (1832 - 1835)

Nombrado Intendente en diciembre de 1832, permanecerá en el cargo hasta febrero de 1835.
El 1 de diciembre de 1832 Manuel Carvallo, en cumplimiento de la Ley de Calificaciones, incluye al gobierno el registro de los ciudadanos calificados, en total 76.
En diciembre de 1833 la Junta de Beneficencia enfrenta una epidemia, mientras, entre otras medidas de higiene, la municipalidad prohíbe matar reses en la vía publica, encargando a un regidor examinar los víveres de la Recova y demás puestos, mientras otro debe vigilar el aseo y barrido de las calles, por turnos.
En 1834 el Intendente de Valdivia, José de Cavareda indicaba que en la provincia no se aplica ningún tipo de legislación indígena y comenta que “… si se pusiese en practica la Ley del 10 de junio de 1823 se haría un gran servicio al Estado y a los particulares si se les hiciese observar las reglas que provienen de las leyes para la división y enajenación de los terrenos.”
Por otro lado insinuaba al Gobierno la idea de suprimir los vales que circulaban como medio de pago, por lo fácil que era falsificarlos, “pues, como decía el mencionado funcionario, por la forma de los billetes hechos según el estado de las artes de Valdivia, es muy fácil ejecutarlo, como ya se ha intentado” (Memoria del 2 de agosto), y como en realidad sucedió en septiembre de 1840, en que se descubrió una falsificación de vales provinciales. En consecuencia, los negocios se realizaban, generalmente, cambiando “efectos por efectos”.
El intendente restablecería el cargo de Comisario de Naciones para solucionar con ello pleitos por usurpación de tierras, ganado y producción agrícola del que eran objeto los huilliches. Ademas lo hacia ver al gobierno de la siguiente manera:

“Diversas veces he hecho presente al gobierno la necesidad del nombramiento de un juez de letras motivándola en el abuso que se observa por estar entregada a los alcaldes o regidores que hacen de jueces de primera instancia en los respectivos departamentos y habiendo palpado por mí mismo estos abusos en el interior, me creo de nuevo en la obligación de reclamarlo. Lo primero que se me presentó fue una inmensa cantidad de indios que reclamaban justicia contra los españoles y contra los mismos de su raza. Por mala inteligencia quizá del reglamento de justicia se hallaban los naturales sometidos a las autoridades locales de cada departamento, y viendo que eran el juguete de ellas, que jamás se procedía con arreglo a las leyes ni aún al sentido común, y que litis eran solamente dirigidos a apoderarse de sus terrenos y conociendo por otra parte que faltaba una declaración expresa de autoridad competente para que estuviesen sometidos a las autoridades territoriales, hice cesar provisoriamente su jurisdicción sobre ellos hasta sus pleitos, y que volviesen mientras tanto a la costumbre en que habían permanecido desde el principio de su alianza con los españoles: de ser juzgados por los gobernadores con sus Capitanes de Amigos y el Comisario de Indios, que es como un ministro de fue entre ellos, y me parece lo más conforme cuando se trata de legalizar los contratos entre hombres que ignoran las leyes y desconocen hasta el arte de escribir. Para evitar el desorden producido por una multitud de hombres que validos de la ignorancia de los indios se les presentan como defensores, suscitándoles derechos y pretensiones, con el objeto de arrancarles sus ganados, granos y terrenos para lo que hacen escritos y peticiones llenos de inepcias, sarcasmos e insultos contra las autoridades, ocultando sus nombres bajo el del solicitante que no entiende una palabra de lo que pide ni dice...”
(Fuente: Carta de 2 de Agosto de 1834 de José de la Cavareda, Intendente de Valdivia, al Gobierno de Chile.)

Es en esta época que los Jueces y Alcaldes comenzarían a fomentar y avalar las usurpaciones de tierras sin la presencia del Comisario de Naciones local.
A partir de octubre de 1834 el científico francés Claudio Gay visitaría Valdivia y recorrería los alrededores de la ciudad además de viajar por Osorno y Chiloé. Allí recabaría datos y dibujos para una relación. A su llegada el cabildo pondría a su disposición a los señores Ventura de la Fuente, Cosme Pérez de Arce, Manuel Carvallo, Ignacio Agüero, Saturnino Carrasco y Juan Saturnino Carrasco.
En noviembre de 1834, el Gobierno dispuso que el Bergantín Goleta de Guerra "Aquiles" se alistara para hacerse a la vela hacia Valdivia, con el fin de llevar personal para la guarnición militar y el encargo de construir un bote para el servicio de ese puerto, en respuesta a lo solicitado por el Intendente de la región, el Teniente Coronel de Ejército don José Joaquín de la Cavareda.
Una vez cumplida la comisión, el Comandante del Bergantín, Capitán de Fragata Roberto Simpson procedió a hacer un reconocimiento al sector de la desembocadura del Río Bueno, trabajo que realizó durante el mes de diciembre del mismo año y que sería el primer trabajo hidrográfico realizado por la Marina.

INTENDENCIA DE JAIME DE LA GUARDA Y VALENTIN (1830 - 1832)

Jaime de la Guarda y Valentín asumió su cargo el 13 de agosto de 1830. Recibiría una estructura administrativa en caos.
Crea en octubre de 1830 un juzgado de Primera Instancia y una Escribanía de Numero, un Juzgado de Comercio, crea además la primera Junta de Beneficencia y Salud Pública; reorganiza las cárceles y panteones, crea nuevas milicias en el interior, escuelas misionales para los indígenas, realiza un censo de población que concluye en septiembre de 1832; mesura los terrenos baldíos, arbitra medidas económicas sobre las transacciones en circulante y prepara la visita del científico Claudio Gay y establece oficialmente la celebración del 18 de septiembre.
En julio de 1830 solicita la provisión de las capellanías de los castillos y las misiones abandonadas. En estas fechas se celebran las honras fúnebres del fallecimiento del Libertador Simón Bolívar.
Por decreto de 5 de junio de 1831, con un sínodo de 300 pesos anuales, los franciscanos Vicente Teves y Jerónimo Infante, el agustino Fermín Campos y el mercedario José María Valdebenito son enviados a Valdivia.
El 15 de mayo de 1832 el cabildo ponía nuevos nombres a las calles de la ciudad de Valdivia.
En junio se reúne la primera Junta de Beneficencia integrada por José María Corvalán, Rafael de Lorca, Juan Ángel de Acharan y el doctor José Rodenas.
El censo ordenado por el intendente de la Guarda y fechado el 26 de junio de 1832 reveló que en la provincia había 8.824 almas, de las cuales 3.191 Vivian en Valdivia (1.609 hombres y 1.582 mujeres). De las restantes, 374 en Arique., 235 en Quinchilca, 162 en Cruces, 213 en San José, solo 780 en Osorno, 221 en Chacayal, 160 en Colgüe, 387 en Quilacoyan, 349 en Quilacahuin, 114 en San Juan de la Costa, 69 en Crucero, 644 en Cudico, 286 en Dagllipulli, 850 en Traiguen, 629 en Río Bueno y 160 en Paillaco.
Fallece durante su mandato en Valdivia el 21 de octubre de 1832, siendo muy sentida su repentina partida. Lo sucede interinamente Víctor Jaramillo Vargas en espera del nombramiento de sucesor.

JUNTA DE GOBIERNO PROVINCIAL DE 1830

El nuevo gobierno instalado en Santiago llamaría a las provincias a enviar representantes a un congreso de plenipotenciarios. La asamblea reunida el 25 de febrero de 1830, a instancias del intendente Rafael Pérez de Arce, decidiría no enviar un representante a Santiago. Esta decisión colocaba a Valdivia en una situación bastante delicada.
Ante esta situación y ganándose la adhesión de las fuerzas de la plaza encabezados por el coronel Juan Antonio Riveros, Comandante General de Armas, los vecinos de la ciudad celebraron el 28 de febrero una asamblea popular donde depusieron al intendente Pérez de Arce e instalaron una Junta compuesta por Jaime de la Guarda, Víctor Jaramillo y el sargento mayor Narciso Carvallo Pinuer eligiendo además un nuevo cabildo.
Pérez de Arce seria embarcado rumbo a Santiago pero el buque que lo transportaba recalo en Talcahuano, en poder de los revolucionarios, donde quedo en libertad. En el lugar comenzó a dirigir la propaganda contra la junta; lo mismo haría su hermano Cosme desde Osorno, con la ayuda del presbítero José Martín de Lorca y el vecino Ventura de la Fuente.
La junta, comprendiendo los peligros que la amenazaban, envío fuerzas a Osorno bajo el mando del propio don Narciso Carvallo, quien después de restablecer el orden, cambió a1 gobernador local; la misma junta eligió como plenipotenciario por la provincia el 28 de mayo de 1830 a1 general don José Santiago Aldunate y como suplente a don Francisco Gana.
Dos semanas después la Junta reconocería, y con ella toda la provincia, a las nuevas autoridades nacionales encabezadas por Francisco Ruiz Tagle y José tomas Ovalle. En tanto, el 5 de abril, el gobierno nombraba intendente y vice intendente a Jaime de la Guarda y Víctor Jaramillo.
El 12 de junio, habiendo salido rumbo a Valparaíso y regresado por evitar un temporal, se pierde en Amargos el bergantín Dos Hermanos por negligencia del comando, aunque salvándose el pasaje y la mayor parte del cargamento; es el origen del nombre del banco de arena del lugar.

REVOLUCION DE 1829 - 1830

Al estallar la revolución de 1829-30 la Asamblea de Concepción le pediría secundar el movimiento insurreccional a su par de Valdivia pero el intendente Rafael Pérez de Arce se negó tajantemente a apoyarlos (23 de octubre de 1829).
Reunida la Asamblea Provincial en sesión extraordinaria el 23 de octubre tomo en consideración la materia de las comunicaciones recibidas desde Concepción. Una vez estudiado el texto se procedió a condenarlo y declarase la Asamblea a favor de la Constitución.
A continuación se transcriben los textos íntegros de de las actas de la Asamblea Provincial de Concepción enviada a su par de Valdivia, y la contestación a la misma.

“Asamblea de Concepción, octubre 10 de 1829.- A la honorable asamblea de Valdivia.
La representación de esta provincia, después de haberse justificado la infracción escandalosa que de la constitución política del estado han hecho las cámaras nacionales, dictó el auto cuyo tenor a la letra es como sigue.
En la ciudad de Concepción en cuatro días del mes de octubre de 1829, reunida la asamblea en sesión extraordinaria con motivo de la nota dirigida al intendente de la provincia por el ministro del interior en 17 de septiembre ultimo, relativa a que se exija de los pueblos su comprensión el reconocimiento de presidente y vicepresidente de la republica: para el primer destino el señor general don Francisco Antonio Pinto, y para el segundo, el ciudadano don Joaquín Vicuña, según el escrutinio verificado por el congreso general, y notando este cuerpo provincial la escandalosa infracción de la constitución sostenida por las cámaras de representantes nacionales que han traicionado abiertamente la voluntad de sus comitentes, en el hecho de excluir a los que la mayoría respectiva llamaba a la vice presidencia, interpretando arbitrariamente la ley constitucional, para consumar el meditado plan de dar muerte a la patria: notando otra multitud de actos de absolutismo, así en las citadas cámaras, como en el ejecutivo general, que no ha querido aprobar hasta ahora las propuestas legales que ha dirigido esta representación: desechando así mismo la cámara de senadores, los que nombro a protestos insustanciales e insignificantes; y viendo por fin que todo es emanado por un complot para que triunfe una fracción ominosa y desorganizadora que ataca con impudencia los mas sacrosantos derechos. La asamblea en consecuencia de sus atribuciones, y del deber de sostener a todo trance la gran carta constitucional, ha decretado y declarado.
Articulo 1.- Que habiendo habido infracción de constitución por la legislatura nacional, son nulos todos los actos que han emanado de este cuerpo; que no se reconoce por el mismo hecho su autoridad, y que por consiguiente se imparta orden a todos los partidos de la comprensión para que inmediatamente retiren los poderes a sus diputados en congreso;
Articulo 2.- Que consecuente con aquel principio no se obedece al presidente y vicepresidente, que acaba de declarar por tales el congreso, pero si a las autoridades, que funcionaban antes de la ley constitucional;
Artículo 3.- Que aunque parece legitima la elección del señor general Pinto, sin embargo, se le niega el obedecimiento por exigirlo así el imperio de las circunstancias, la salvación del país, y por otros motivos que la moderación manda callar;
Artículo 4.- Que el presente decreto se publique por bando en toda la provincia pasándole al efecto copia legalizada al ejecutivo provincial.
En consecuencia firmaron el señor presidente, y secretario conforme al reglamento interior de la sala, habiendo sancionado esta resolución, a mas de los suscritos los diputados don José Ignacio María Mora, don Santiago Fernández, don Pedro José de Zañartu, don Juan Castellón, don Francisco Bulnes, don Manuel Prieto, don Carlos del Río, don Juan Manuel Basso, lo certifico.-
José María de la Cruz, presidente
Domingo Binimelis, secretario”.

“Sala de la asamblea provincial de Valdivia, octubre 23 de 1829.
A la honorable asamblea de la provincia de Concepción.
Habiéndose reunido la Asamblea de esta provincia en sesión extraordinaria de hoy con motivo de la comunicación de V. H. fecha 10 del actual, y tomando en consideración el extraordinario y grave acontecimiento que contiene dicha comunicación, ha resultado lo que consta de la propia resolución que transcribo a V. H. en contestación, y cumplimiento de lo que en la precipitada resolución se me ordena.
Reunida la asamblea provincial de Valdivia en sesión extraordinaria de hoy 23 de octubre de 1829 con asistencia de ocho diputados, que son los dos tercios de su numero total, se leyó una comunicación de la honorable asamblea de Concepción fecha 10 del actual, que es la que ha motivado por su gravedad y trascendencia la presente reunión. En consecuencia, y después de haberse meditado cuanto contiene la indicada comunicación, se resolvió contestar a la honorable asamblea de Concepción dándole las gracias por haberse dignado participar a esta, sucesos que tanto interesan a la noticia de los pueblos de la Republica, y diciéndole al mismo tiempo lo siguiente:
Que no habiéndose recibido comunicaciones oficiales en esta provincia de sus diputados y senadores al congreso nacional, ni de ninguna autoridad de la capital, que contengan infracciones de constitución por la legislatura nacional, no esta en el caso esta representación provincial de calificar infracciones, ni alterar su obediencia y respeto a las autoridades constituidas por ley.
Que caminando la asamblea bajo el indeleble principio de sostener y defender la constitución (a cuyo sentido se dirige la de Concepción) no puede desobedecer al presidente de la Republica una vez que su elección es legitima, como lo expone la misma honorable asamblea de Concepción en la declaración tercera de su deliberación: así es que emanando esa elección de la constitución misma, negar la obediencia al magistrado elegido legítimamente no es otra cosa que infringir ese código sagrado, proclamado con tanto placer, después de los innumerables afanes y suspiros que ha costado a la nación; de consiguiente, si se destruye la legitima elección de presidente que ha recaído en el señor general Pinto, se destruye también la constitución como resultado positivo, sin que basten a justificar esta conducta, las circunstancias de cualquier aspecto que se deleguen por particular concepto de un pueblo o de personas, respecto a que no hay ni puede haber ningún estado bajo el sistema electivo pueda regirse por la voluntad particular abandonando la general.
Que si la asamblea llega a penetrarse como corresponde de que los diputados y senadores por esta provincia (traspasando las facultades que naturalmente tienen) concurren a algún acto ilegal, ya infringiendo la constitución, o ya cometiendo otro atentado contra la nación, entonces esta representación tratando de poner a salvo a sus pueblos, procederá en forma legal.
Finalmente se dispuso que contestándose a la honorable asamblea de Concepción con copia de esta resolución que así mismo se dirigirá donde convenga en los términos acordados por el reglamento interior de la sala, se transcriba al intendente de esta provincia para su inteligencia, y que la haga publicar, y circular en toda ella quedando así concluida la sesión y continuando el receso en que la asamblea se haya con arreglo a la ley. En tal inteligencia, y cumpliendo con lo que se ordena, tengo el honor de comunicar lo resuelto a V. H. protestándole las consideraciones del alto aprecio que por mi conducto le tributa la sala.-
Vicente Gómez, presidente.-
Juan Félix Alvarado, diputado secretario”

PROVINCIA DE VALDIVIA 1826

Por decreto del 31 de agosto de 1826 Valdivia pasaría a formar parte de las ocho provincias del país. La provincia, en esta época, limitaba al norte con el río Toltén; al sur con la provincia de Chiloé (recientemente incorporada); al este por los Andes; y al oeste por el Océano Pacifico. La provincia esta constituida por las siguientes delegaciones: Valdivia, La Unión y Osorno.
Como resultado de las Leyes Federales se constituiría en Valdivia la Asamblea Provincial, esta estaría constituida por Rafael Pérez de Arce como su presidente, y los diputados Antonio Adriasola Carrión, Juan francisco Adriasola y Lorca, Juan Ángel Agüero y Guarda, José Manuel Arcos, Manuel Carvallo Pinuer, Francisco Javier Castelblanco, José Maria Corvalan, Ventura de la Fuente y García, Rafael Gómez Campillo, Vicente Gómez Lorca, José Honorato Díaz, Nicolás Jaramillo Agüero, Víctor Jaramillo Vargas, Manuel Jaramillo Negrón, Juan Manuel de Lorca y Vega Bazan, José Maria de Lorca y Vega Bazan, Ramón Camilo de Lorca y Santillán, Diego Plaza de los Reyes Navarro y Cosme Pérez de Arce Henríquez. Como secretario fungió Juan Félix de Alvarado y Luque. La Asamblea Provincial, órgano legislativo de la provincia, estuvo en funciones entre 1826 a 1831.
Luego de la apertura de la Asamblea Provincial se emitiría un manifiesto de siete puntos, el 18 de noviembre, en el cual se declaraban los requisitos para ser elegido a cualquier puesto publico haciendo hincapié en la “abjuración de la dominación del Rey de España…”
Por otro lado sanciona un reglamento de policía y otro para la administración de las ramas municipales, acuerda el establecimiento de la Villa Libre de San Juan en Pampa Negron, núcleo de la actual ciudad de La Unión. Seria el primer alcalde don Juan Francisco Antonio Carrasco y Sierra entre 1827 y 1829.
En junio de 1827 aparecía en la ciudad el primer periódico valdiviano “El Valdiviano Federal” editado por Rafael y Cosme Pérez de Arce y el presbítero Manuel Maturana. Posteriormente aparecería publicado por José Miguel Infante en Santiago otro periódico del mismo nombre.
En 1827 las autoridades estatales revalidarían el Tratado de paz de 1793 suscrito entre la corona española y los caciques huilliches.
En 1828 el intendente Ramón Picarte haría jurar en toda la provincia la Constitución.

DISTURBIO O'HIGGINISTA 1826

Durante la sublevación o’higginista de Chiloé (1826) acudiría en busca de apoyo el sargento mayor Manuel Fuentes. Solicitaba la colaboración de Valdivia a su causa: la restauración de O’Higgins en el poder. La idea fue rechazada. El gobernador Cosme Pérez de Arce, convocaría el 24 de mayo al cabildo. Este emitiría una declaración en que reconocía la labor de O’Higgins, pero no estaba dispuesta a faltar a la fidelidad del gobierno central.
Días mas tarde en Dallipulli y a instancias de José María Cotar se conseguía apoyo a la causa o’higginista a través del comandante general de armas Diego Plaza de los Reyes. El 19 de junio ordenada a las autoridades civiles y militares proclamar la adhesión a la revolución y llamar a O’Higgins. El gobernador Pérez de Arce seria tomado prisionero durante una reunión con Plaza de los Reyes. Le sustituía en el gobierno de la plaza el alcalde Manuel Mena. Este reunió, el 20 de junio, a una asamblea donde se decidiría que no se acaten las ordenes de Plaza de los Reyes; igual determinación tomaría el sargento mayor Domingo Márquez (a cargo de los pocos soldados de la plaza). El gobernador interino Mena enviaría rápidamente peticiones de ayuda para calmar la situación en la provincia.
Posterior a la sublevación de 1826 el Intendente Picarte depondría a los gobernadores que habían apoyado la sublevación. Los sustituiría por José Honorato en Osorno y por José María Corvalán y luego por Nicolás Jaramillo en Los Llanos.

CAIDA DEL GOBIERNO 1823

A raíz de ciertos acontecimientos políticos que involucraban al Director Supremo O’Higgins y sus detractores se comenzaron a fraguar planes para derrocarlo, pero se movilizarían tropas en espera de las negociaciones para un cambio de gobierno.
Beauchef, informado de la situación que acaecía en Santiago y ante las órdenes dadas por Freire, convocaba un cabildo abierto para solicitar su apoyo y preparaba la tropa para marchar al norte. Contaba con cuatrocientos infantes y treinta artilleros con cuatro cañones al mando del capitán Arengreen. Esperó la llegada de la corbeta Independencia y el transporte Mercedes y partió rumbo a Concepción. Partiría rumbo a Concepción el 24 de enero de 1823, llegando a Talcahuano el 25 de enero.
El 9 de abril y como consecuencia de la abdicación del Director Supremo, O’Higgins, es depuesto el gobernador, teniente coronel José Patricio Castro y nombrada una Junta Provisional. Sus miembros eran: Víctor Jaramillo Vargas, Manuel Carvallo Pinuer y Francisco Javier Castelblanco. El primer acto de esta junta es adherir al nuevo gobierno.
Se sucederían dos Juntas más. La primera de 1823 estuvo conformada por José María Rodríguez y Vicente Gómez y Fernández de Lorca. La segunda, que asume el poder en octubre de 1823, estuvo formada por Vicente Gómez y Fernández de Lorca, Felipe Bastidas y Manuel Riquelme.

El 10 de junio de 1823 el Director Supremo, Ramón Freire, promulgaba una Ley referente a la entrega de facultades al Intendente de Valdivia para designar un vecino para deslindar los terrenos, redactar las actas de demarcación, entregar los respectivos terrenos y declararlos “en perpetua y pura seguridad”, es decir terrenos indígenas. A partir de 1824 estos vecinos serian los encargados de entregar los Títulos de Comisario a los naturales.
En noviembre de 1823 llegaban a Valdivia como encargados de las misiones: José Antonio Vásquez, de San Juan de Dios; el dominico Félix José de Aguirre; el agustino Juan Francisco Díaz y el mercedario Ramón González.
En febrero de 1824 se sofoca una conspiración en que están involucrados el sargento mayor José María Rodríguez, abriendo causa a Jerónimo Cortes y Miguel Asenjo y Pinuer “por infidencia al sistema liberal.”
El 25 de febrero de 1824 asumía la Gobernación Política y Militar Ramón Picarte y Castro.
En abril de 1826 el ministro de hacienda Jaime de la Guarda le enviaba al Gobernador Picarte un comunicado donde hacia ver la labor de salvación ejercido desde 1820 por los hacendados y hombres públicos de la provincia para salvar de la bancarrota a Valdivia.
“Desde el mes de febrero del año de 1820 en que las armas de la patria tomaron posesión de esta plaza y sus campañas se han sacado de los hacendados y vecinos de Los Llanos y Osorno diferentes especies como ser: animales, vacunos, harinas, etc., para raciones de la tropa militar y milicias y otros auxilios conforme a las urgencias y a órdenes del gobierno de esta plaza; este arbitrio ha sido seguramente indispensable por las circunstancias de la guerra y por no haberse recibido oportunamente los situados de víveres y dinero de la capital.. .” “…desgraciadamente no ha sido posible entablar el mejor orden por los apuros y violentas circunstancias en que se ha visto la provincia desde aquella época.”
(La economía de Chile austral antes de la colonización alemana, 1645-1850; Gabriel Guarda OSB)

El enero de 1826 el Cabildo autoriza el funcionamiento de una cancha de bolas, con la condición de “prohibir el entrenamiento en ella de hijos de familia, vagos y viciosos, y que ninguno de los hábiles para concurrir se les permita jugar más que hasta la cantidad de dos pesos, bajo multa.”

CAMPAÑA CONTRA LOS MONTONEROS 1822 - 1823

Ante el asalto del fortín Cruces el 11 de febrero de 1822, a orillas del río del mismo nombre, por parte de montoneros indios, Beauchef prepararía una expedición para acabar con los sediciosos (encabezados por Florentin Palacios y Calcufo). Partiría desde Valdivia con 600 hombres el 17 de noviembre hacia el norte.
El 22 de diciembre sostuvo un combate a la altura de Donjil contra los montoneros logrando capturar a Calcufo y derrotando a sus enemigos. Después de este combate continuo marchas hacia Boroa donde sostuvo varias escaramuzas contra los indios de la zona. A cambio de la paz uno de los caciques de la zona, Milillan, le ofreció entregar a Palacios, promesa que fue cumplida.
El 4 de enero de 1823 con la campaña ganada y Palacios en sus manos, Beauchef regresaba hacia Valdivia, llegando a ella el 13 de enero.

MONEDAS VALDIVIANAS: CHUNIMPAS 1822

Para 1822 la situación de la provincia era desesperada. Los españoles en su huida al sur se habían llevado las Cajas Reales de la plaza y las pocas joyas de las familias locales. Esto y los problemas a que debía atender el comercio deja a Valdivia sin circulante.
Ante esta falta de circulante en la provincia las corporaciones del cabildo de Valdivia se reunirían y acordarían la acuñación de nuevas monedas. Esta nueva moneda debía atender el alicaído comercio y el pago de la tropa que resguarda la plaza. Era el 3 de enero de 1822.
Acudirían las autoridades a los vecinos de la ciudad, quienes reunirían cerca de 4.000 onzas de plata. Una vez reunida la cantidad necesaria de metal el gobernador Pérez de Arce comisionaría a Antonio Adriasola para que realice la acuñación de la moneda. Esta operación se llevaría a cabo en las cercanías del Cruces en el rancho Chunimpa, por lo que las monedas fueron llamadas “chunimpas” o “chununpayas”. Con estas monedas se pagarían los sueldos de las tropas de la provincia.
Las autoridades de Santiago, en marzo, las autoridades considerarían, después de un informe técnico de la Casa de La Moneda, que estas eran de curso ilegal. Por lo tanto el gobierno de O’Higgins ordenaría su retiro de circulación.
El 19 de agosto se ordenaría desde Santiago se “remita a la Tesorería de Valdivia en sencillo los tres mil quinientos ochenta y tres pesos cuatro reales para que se cambie, recoja y traiga a esa tesorería general (Valparaíso) y de allá pase a la Casa de Moneda la moneda provincial creada en Valdivia."

En 1832 el presidente Prieto y su ministro de Hacienda decretaban el cambio de las monedas por circulante nacional y ajustaban a los poseedores de estas a las leyes de falsificadores.
También en 1833 se reiteraba la prohibición de curso de la moneda bajo pena de falsificador.

PRIMERA GOBERNACION DE JAIME DE LA GUARDA (1821 - 1822)

El 28 de diciembre el gobernador interino de Valdivia enviaba una comunicación al gobierno de Santiago de los hechos acaecidos en la provincia. Los enviados, Juan José Moreno y Vicente de la Guarda, partirían rumbo a Concepción en una barcaza. La noticia llegaría a Concepción el 4 de enero de 1822 y los documentos serian despachados de inmediato a Santiago por tierra mientras que los emisarios continuarían viaje rumbo a Valparaíso en la barcaza, pero a la altura de Nueva Bilbao (hoy Constitución) naufragarían perdiendo la vida.
El 31 de diciembre ocurría una nueva sublevación. Esta vez se saquearía Osorno y los sublevados intentarían hacer lo propio con Valdivia. Guarda trato de interceptarlos en Los Llanos, sin éxito, y luego en Arique; por fin es dominada por Juan de la Cruz García, ordenando fusilar a diez cabecillas.
En el ínterin las autoridades valdivianas acuerdan en enero de 1822 la acuñación de monedas para paliar la falta de circulante. Esta moneda seria conocida como Chunimpa, la que tendría una breve circulación.
En marzo de 1822, aprovechando el zarpe del bergantín Galvarino, el gobernador de la Guarda efectuó una purga enviando a Valparaíso a 9 de los más connotados revoltosos, espías y ladrones y extremó los medios para extirpar de raíz los fenómenos que contribuían a debilitar la autoridad.
El gobierno comisionaría a Jorge Beauchef para sofocar a los alzados, partiendo en una expedición compuesta por la Lautaro y la Chacabuco, desde Valparaíso el 6 de abril y llegando a Corral el 14 de abril de 1822. Ese mismo día tomaría, sin descargar tiros de cañón, las fortalezas de Corral y apresaría a su comandante Andrés Silva. Marcharía de inmediato hacia Valdivia siendo recibido con muchas muestras de simpatía. Se hizo del gobierno de la ciudad e hizo reunir a la tropa para realizar una marcha hacia Chiloé.
El 17 de abril de 1822 Jaime de la Guarda entregaría el mando provincial a Jorge Beauchef.
Ante un conato de sublevación Beauchef ordenaría el arresto de los líderes del motín, entre los cuales estaban los cabecillas de la revolución. Un consejo de guerra sentencio a la mayoría a penas de prisión y a Andrés Silva, José María Gales, Miguel Bustamantes y José Casas al fusilamiento.
Beauchef dejaría el mando de la plaza, el 2 de abril de 1823, al sargento mayor José Patricio Castro, para así preparar la expedición que debía salir rumbo a Chiloé.

SUBLEVACION DE LOS SARGENTOS (1821)

En la primavera de 1821 se tuvieron noticias de que el gobernador español de Chiloé, Quintanilla, estaría preparando sus tropas para iniciar la reconquista de Valdivia, gracias a las miserias en que se encontraba la ciudad.
Letelier llevaría tropas hacia Osorno y levantaría fuertes en prevención de las marchas de los realistas desde el sur.
El 15 de noviembre de 1821 la guarnición de Valdivia se levantaría en armas ante su crítica situación derivada por la falta de circulante para pagar a la tropa. En el levantamiento fallecería el gobernador de la plaza. Igual suerte correrían los oficiales capitán Manuel Baldovinos, capitán Miguel Cortés, teniente Domingo Anguita, teniente Juan de Dios Vial, teniente José María Carvallo y teniente Miguel Alfonso.
“Don Juan García, comandante general de la división nacional de observaciones en Osorno, etc. Por cuanto a que las circunstancias exigen se satisfaga al público de un hecho que seguramente debe tener en expectación a toda la provincia y debiendo en cumplimiento de mis deberes manifestar al mundo los justos e irrevocables motivos que me han impelido a proceder directamente contra la persona del Gobernador don Cayetano Letelier y otros oficiales, cuyas conductas relajadas y separadas del regular orden han maquinado que les haya cabido la suerte de ser decapitados en la mañana de este día. Mi primera atención cuando emprendí mi carrera militar en los libres estandartes de la patria fue sacudir el yugo en que yacíamos ofreciéndome al sacrificio voluntariamente por ver mi país en el honroso rango de nación y demás que constituyen a un hombre libre protegido por las leyes. Don Cayetano Letelier en el momento que se recibió del mando olvidó estos deberes, su conducta política es la primera base que sostiene la fuerza no ha sido otra que la de la opresión. El soldado ha carecido hasta de lo más preciso para sostener la vida, los alimentos suministrados eran sucintos, cual es público, los sueldos no completos cuya escasez no la motiva la falta de numerario, sino los monopolios conocidos. La provincia es testigo, y las contribuciones y otros sacrificios hechos por el sostén de la tropa, no me queda duda que la conducta de Letelier más ha aspirado a la destrucción de las fuerzas que a asegurar los derechos de América, tratando de entorpecer la majestuosa marcha con que caminan nuestros negocios públicos. En los meses que anteceden se suministró a la tropa dos pesos, sucinta cantidad con que gratos sufrían la fatiga y penalidades de un caro país, falto de los recursos de primera orden, en el presente sólo hemos recibido un peso después de los gastos que origina una marcha. Los trabajos de fortificación en las avenidas de Chiloé se han construido sin librarse a los empleados en esta fatiga la más pequeña gratificación. El trato de los oficiales en los continuos ejercicios es bien público, de su orgullo e insolencia no se exceptuaban ni aún los sargentos hasta el extremo de recibir palos y otros improperios tan notorios, la falta de una leve lista, se castigaba con un exorbitante número de palos: por último, a pesar de haber salido la guarnición a campaña, el cirujano quedó en Valdivia cotejando la comodidad de aquel, y no el de los infelices enfermos. Mis miras y la de la valiente tropa de mi mando no aspiran destrucción ni a turbar el orden, el sosiego la tranquilidad del vecindario, protegerlos y asegurar sus intereses derramando hasta la última gota de sangre en defensa de la patria, es el norte que nos dirige: en cuya virtud toda autoridad política y militar se sostendrán en sus destinos ejerciendo las funciones que el gobierno de que dependemos les haya confiado. Si las tropelías inevitables en la tropa hubiere causado algún saqueo u operación diversa a mis ideas reclamará el dueño de las prendas a quien se entregará, dado el debido parte. Publíquese por bando en los sitios acostumbrados de esta ciudad, transcríbase al superior gobernador accidental de Valdivia, como también a las demás autoridades del distrito. Es dado en el cuartel general de Osorno, a 15 de noviembre de 1821”.

Rafael Pérez de Arce, vecino de Valdivia, lograría aquietar los ánimos de las tropas con la ayuda de un oficial chilote llamado José Mesa.
Los insurrectos nombrarían jefe de las tropas al capitán José Maria Labbe, pero este se retiro de la ciudad declinando el nombramiento. Entonces se hizo cargo el sargento Juan García, quien emitiría un bando a la provincia donde daba como consumada la revuelta. García informaría al cabildo de Valdivia la intención de llamar a elección de gobernador para suplir la falta acaecida después de la muerte de Cayetano Letelier. La elección se realizo el 28 de noviembre en las cercanías de Trumao (Río Bueno) y se eligió a Pedro de la Fuente. Duraría en el cargo tan solo un mes sustituyéndolo Jaime de la Guarda.
En diciembre de 1821 se le concedían facultades especiales al fraile dominico Victorino Navarrete para viajar a Valdivia como encargado de esa Misión. Entre las facultades estaba: conceder cuarenta días de indulgencia para los que oyeren la misión; levantar altar y celebrar misa en oratorios; en cuaresma poder dar las cedulas de comunión y confesión; dispensar problemas matrimoniales (consanguinidad, adulterios).

GOBERNACION DE CAYETANO LETELIER (1820 - 1821)

El 23 de mayo de 1820 llegaba a Valdivia el sargento mayor de ingenieros Cayetano Letelier y Maturana como nuevo gobernador civil y militar de la plaza.
Durante mayo se hacia cargo de la Real Hacienda como ministro propietario Jaime de la Guarda y a quien se agregaría Vicente Gómez y Fernández de Lorca
La declaración de la independencia, finalmente, se celebró con una solemnidad inusitada el 15 y 16 de junio de 1820 y el parte oficial que el gobernador don Cayetano Letelier envió a O’higgins la describe en los siguientes términos:
“Precedió a las solemnidades de estos actos una noche de iluminación y al siguiente día a las 3 de la tarde, colocado el Ilustre Cabildo en un tablado, que se formó en la Plaza con el mayor lujo, y puestas nuestras armas bajo un respetuoso docel, cubiertos todos los ángulos del tablado con banderas tricolores (presente la tropa de la Guarnición) se procedió a leer la acta, y ha recibir los juramentos de las corporaciones civiles y militares, quienes ejercitaron la sensibilidad del Pueblo con el júbilo y ternura con que se manifestaron y entre vivas y alborozos la multitud de ciudadanos que seguían los pendones de la Patria, se continuó por tres veces en diferentes lugares la lectura de la acta, con cuyo motivo mas se aumentaba el jubilo, y los patriotas chilenos y militares que habían oblado 200 pesos para tirar a1 pueblo desde el tablado botaban en alto sus gorras y sombreros y continuando repetidas veces en tirar dinero a1 Pueblo, dieron el ejemplo mas significante del ardor de sus corazones por la más sagrada causa de la libertad. Desde las casas de Gobierno hasta la Plaza y generalmente en todo el Pueblo, se vistieron las puertas y casas publicas de hermosas arquerías de ramos verdes y otros adornos preciosos colocando en cada uno de ellos las banderas tricolores, y al siguiente se solemnizó el juramento de la constitución con una pomposa función de Iglesia en la que el R. P. Fray Miguel Ovalle desplegó su talento y patriotismo con una oración sabia, prudente y cristiana y a la noche tuve la mayor satisfacción de ver reunido a1 pueblo noble de uno y otro sexo en las casas de Gobierno, en donde se les sirvió un refresco cumplido, arreglado a la costumbre y en cuanto lo permite la situación del País”.

Don Diego Plaza de los Reyes fue quien presidió en Osorno las festividades los días 6 y 7 de julio ante los más importantes caciques de la jurisdicción, hizo quemar las banderas del rey, según expreso solemnemente “en prueba de su fidelidad y absoluta separación de la antigua tiranía”.
El 13 de febrero de 1821, el gobernador Letelier, fundaba la villa de La Unión en la unión del río Llollelhue y el estero Radimadi.
Durante el año la Real Hacienda era arreglada enteramente la oficina, que luego pasaría a llamarse de aduana y tesorería unida.

BATALLA DE EL TORO

Beauchef, al enterarse de los planes españoles de recuperar Valdivia, partiría con una columna de 200 hombres hacia el sur, llegando a Osorno el 25 de febrero.}En tanto el gobernador de Chiloé, Quintanilla, dispuso la formación de un cuerpo de combatientes con los restos de la tropa llegada de Valdivia y les ordeno ir en busca del enemigo.
Al saberse esta noticia en Osorno, Beauchef partiría hacia el sur en busca de los españoles, siendo sorprendido en la estancia “El Toro” el 6 de marzo. Después de un corto combate los españoles se vieron obligados a retirarse hacia el sur.
El jefe patriota, a pesar de la inferioridad numérica en que se encontraba, resolvió salir al encuentro del enemigo con 140 soldados.
El 6 de marzo de 1820 hizo adelantar una vanguardia de 50 hombres al mando del capitán José María Labbé, el cual, al llegar a la Hacienda El Toro, tropezó con el grueso del ejército realista. Al verse en inferioridad, Labé retrocedió perseguido de cerca por Bobadilla. Al sentir el fuego, Beauchef decidió dar la batalla con los noventa hombres que le quedaban, ya que a los cincuenta de Labé los hizo pasar a retaguardia para curar las heridas y amunicionarse.
Abrió Beauchef fuego vivo sobre la masa del ejército realista, la cual, desmoralizada y confundida, se arremolinó.
Junto con advertirlo, Beauchef dio una vigorosa carga a la bayoneta que los puso en fuga.
Los patriotas, montando los caballos quitados al enemigo y convirtiendo los fusiles en lanzas, iniciaron una persecución implacable.
Los realistas perdieron dos cañones, 140 fusiles, cargas de municiones y dejaron en el campo de batalla 40 muertos y 106 prisioneros. Los patriotas tuvieron 11 muertos y 29 heridos.

“Marchaba con mi división con la mayor precaución. Según mis cálculos, estaba casi seguro de encontrar al enemigo ese mismo día; había caminado poco más o menos tres leguas y era medio día cuando oí como un disparo de fusil.
Al momento principio una enérgica descarga de fusilería. Ordene que todos se desmontaran y tome un fusil y me fue a la cabeza diciéndoles:
Ha llegado el momento de salvar la plaza de Valdivia. Vamos mis amigos, ¡viva la Patria y marchemos!
El señor Ángel Agüero, que me había seguido, recibió orden de retirarse hacia atrás con todos los caballos y de cuidarlos. En aquel momento, seguimos el sendero con paso acelerado; pero había tantas vueltas en esas inmensas montañas que hacia más de un cuarto de hora que marchábamos sin poder llegar al lugar del combate.
Cuando me desmonte, se oía la descarga de fusilaría, con tal fuerza, que creía encontrarme muy cerca.
El fuego seguía siempre repetido por el eco de esas antiguas selvas; era una prueba de que mi vanguardia se sostenía con vigor; era un feliz presagio que animaba una alta moral a mis soldados, deseosos de socorrer a sus camaradas.
Por el fuego bien nutrido, se podía juzgar que toda la división española se había arrojado sobre los bravos de mi vanguardia.
Por fin, llegue al pie de una pendiente muy elevada.
El sendero estaba cerrado por un grueso árbol derribado que había sido cortado de modo que pudiera pasar un caballo.
El fuego principia a cesar.
Mi vanguardia estaba en retirada, pero en orden y en tranquilidad.
Le ordene (al comandante Labbé) que pasara a la retaguardia y distribuyera cartuchos a sus granaderos que se hallaban en estado de combatir y que los heridos fueran a reunirse con el seños Agüero que estaba detrás con los caballos, lo que realizo al momento.
Tenía yo un grupo de granaderos a mi lado cuando los enemigos aparecieron en medio de la cuesta.
Nos hicieron una descarga.
Cuatro de mis granaderos fueron derribados; todos habían sido heridos en la cabeza; las balas venían casi perpendicularmente hacia nosotros.
En el mismo momento divise un oficial de caballería; le dirigí la puntería y lo derribe.
Al instante, ordene la carga a la bayoneta. Este grito fue repetido por todos los soldados y nos precipitamos sobre ellos a los gritos de: ¡viva la Patria!
Tres a cuatro tambores que yo tenía tocaron la carga; nos encontramos cuerpo a cuerpo con el enemigo asombrado de nuestra impetuosidad. Lo que me asombro mas fue encontrarnos en medio de su caballería, infantería, todos juntos.
Mis soldados hacían un fuego terrible y empleaban la bayoneta contra esas tropas en desorden, que ya no trataban de defenderse sino de huir, y mis soldados hacían una carnicería espantosa.
Mi voz no era oída.
Perseguían al enemigo en su fuga con tal vigor, que no me permitían alcanzarlos. Los jinetes abandonaban sus cabalgaduras para ocultarse en el bosque y librarse de una muerte segura.
Mis soldados, como todos los chilenos buenos jinetes, se apoderaban de los caballos y la bayoneta les servia de lanza.
La derrota fue completa.
Los perseguimos a paso acelerado casi cinco leguas. Los soldados quedaron abatidos y se detuvieron, al fin, y así pude alcanzarlos.”
(Memorias de Jorge Beauchef)

Después de derrotar a las fuerzas españolas Valdivia quedaría en una calma relativa ya que hacia el norte se descubriría una acción sediciosa contra Beauchef y encabezada por el fraile Salvador Rasela, misionero de Ninhue. Rasela logro obtener ayuda de los mapuches de la zona del río Cruces, especialmente del cacique de Pitrufquén. Al enterarse de esto, Beauchef le mandaría prender junto a los demás sediciosos.
Otras acciones se llevarían a cabo en distintos lugares de la provincia para combatir a los montoneros, incluso el mismo Beauchef partiría contra ellos.

ELECCION DE VICENTE GOMEZ FERNANDEZ DE LORCA COMO PRIMER GOBERNADOR

El 8 de febrero en cabildo abierto era elegido gobernador de la plaza el vecino Vicente Gómez y Fernández de Lorca.
El acta oficial de la elección decía:
“En la ciudad de Valdivia a 8 de Febrero de 1820, habiéndose congregado los ciudadanos de este pueblo en la Casa de Gobierno, según la convocatoria que se hizo el día de ayer por bando publico, se procedió a la libre elección de un Gobernador civil y político para la ciudad y su provincia, que recayó por pluralidad de votos en la persona del Sr. D. Vicente Gómez, quien, hallándose presente, acepto el cargo, jurando por Dios Nuestro Señor y los Santos Evangelios el usar y cumplir con sus deberes, según el cargo que se le hace por el pueblo, prometiendo bajo la religión del mismo juramento guardar y cumplir todas y cualesquiera ordenes que reciba del Supremo Gobierno del Estado Independiente de Chile, en particular desde este momento a perseguir el exterminio a todos y cualquiera enemigos de la Independencia Americana, i se firmó de que certifico: Lord Cochrane, Vicente Gómez, Juan Agiiero de la Guarda, Víctor Jaramillo, Ignacio Agiiero, Pedro Lenis, Pablo Cayetano Masenlli, Leandro Uribe, José Ulloa, Pedro Smith, Felipe Bastidas, Miguel Acharan, Manuel Narciso Echenique, Juan Sayago, Ramón de la Guarda, Rafael Peña, Andrés Garay, Eusebio López, José Carreon, Víctor Ignacio Jaramillo, Nicolás Mendis, Ventura Carvallo, Luis Benito Brunet, Secretario del Almirante.”

Cochrane nombraría a Beauchef comandante de las fuerzas militares. El gobernador Gómez nombraría a Pablo Cayetano Masenlli y a Manuel Pastor de la Vega y Quiroz, ministros interinos de hacienda; oficiales primero y segundo a Ventura de la Fuente y García y el valdiviano Cosme Pérez de Arce Henríquez; administrador de la renta de tabacos seria Felipe Bastidas Rodríguez.
El Cabildo realista, formado por el alcalde don Juan Bautista Irigoyen y por el sindico don Miguel de Acharan, fue reorganizado y lo presidió como alcalde ordinario don Vicente de la Guarda y Valentín, como Alcalde Provincial don Juan Ángel Agiiero y Guarda, alguacil Mayor don Juan de Dios Cuevas, Fiel Ejecutor don Manuel José de la Jara y Barriga, regidor decano don Pablo Cayetano Masenlli, sub decano don Santiago Vera y procurador don Felipe Bastidas, y manifestó solemnemente su adhesión a1 gobierno en oficio fechado el 25 de abril de 1821.
El saneamiento de la provincia comenzó por las Misiones, que según el gobernador, habían sido “el sostén de la tiranía”, y el primer patriota llegado a reaplazar a los realistas franciscanos del colegio de Chillan, fue el padre mercedario Fray Miguel de Ovalle, que por su brillante sermón patriótico de 1810 había recibido en Santiago 500 pesos como obsequio del Conde de la Conquista.

TOMA DE VALDIVIA 1820

Para el año 1820 se hacia necesaria la recuperación de ciertos baluartes hispanos como lo eran Valdivia y Chiloé. Para ello Lord Thomas Cochrane tenia la idea de tomar el sistema de fortificaciones de Valdivia. Este estaba constituido por diecisiete fortalezas (entre castillos y baterías) con más de 120 cañones. Las fuerzas españolas están compuestas por el Batallón Cantabria, 166 soldados; Real Cuerpo de Artillería, 219 soldados; Batallón Valdivia, 417 soldados; y el Batallón Cazadores Dragones de la Reina con 107 soldados. Comandaba estas fuerzas el coronel Fausto del Hoyo.
Valdivia se creía absolutamente inexpugnable por vía marítima e imposible de capturar por tierra. Aunque la pericia de Lord Cochrane y sus hombres daría mas de alguna sorpresa a las fuerzas del gobernador de Valdivia, Manuel Montoya.
El 18 de enero de 1820 Lord Thomas Cochrane, a bordo de la fragata “O’higgins”, llegaría con bandera española al puerto de Corral, confundiéndosele con la fragata “Prueba”. Allí solicito un práctico a las autoridades navales. Estos eran el subteniente del Regimiento Cantabria José Sala, el cabo del Regimiento Valdivia y practico del puerto Ramón Monasterio, y tres soldados. Engañados por la bandera española que llevaba la “O’higgins” subieron a la nave donde fueron capturados. El práctico Monasterio le serviría a Cochrane de guía en el reconocimiento de la bahía.
“El 17 de enero de 1820 descubrimos la Punta Galera, promontorio meridional de la ensenada de Valdivia, en el cual estaba izado el pabellón español. En la madrugada siguiente, el vice - almirante entró al puerto en una chalupa i volvió poco después, habiendo, sin embargo, tenido tiempo para observar el fondeadero i para convencerse de que no estaba allí el navío de guerra que buscaba i que solo había un buque mercante. Para resolverse a hacer una excursión de esa naturaleza, se necesitaba tener el carácter osado i emprendedor de lord Cochrane, si se considera la fuerza de este Jibraltrar de la America del sur, el numero de las baterías que forman una cadena de defensas, casi sin interrupción, coronadas de cañones, cuyas balas pueden atravesar de un punto a otro casi en todas direcciones... A las seis i media de la mañana (18 de enero) vimos acercarse una chalupa con un oficial i tres soldados, engañados por el pabellón español que llevaba la O’higgins”
“El día 18 de enero de 1820 hice un reconocimiento de la plaza 6ntrando en la almiranta con pabellón español. - Hice señales para que se nos mandase un piloto; los Españoles tomaron la O’higgins por la Prueba, tanto tiempo esperada, y mandaron lo que se les pedía con una escolta de honor, compuesta de un oficial y cuatro soldados. - AI momento que pusieron pie sobre cubierta, fueron apresados. – Al piloto se le mando nos llevara a los canales que conducían a los fuertes. - El oficial y hombres que le acompañaban, conociendo lo difícil que les era poder escaparse, me dieron todos los informes que les pedí, con los cuáles mi confianza se acrecentaba para atacarles con buen éxito. - Entre otras cosas me avistaron que el bergantín Potrillo estaba a1 llegar, trayendo dinero para el pago de la guarnición.
El jefe de la guarnición de la plaza, viéndonos tan ocupados en reconocer el canal, principió a sospechar de nuestro objeto, sospecha en que acabo de confirmarse por la detención del oficial. Al instante los fuertes rompieron un vivísimo fuego contra nosotros, a1 cual no contestamos, poniéndonos fuera del alcance de ellos, por haber completado el reconocimiento que deseábamos”.
(Diario de Lord Cochrane)

Al día siguiente se avistaba desde el sur la llegada del bergantín “San José”, alias “El Potrillo”. El capitán del bergantín Jerónimo Romero no se preocuparía al ver a la fragata creyendo que era la “María Isabel”. Cochrane avanzaría sobre su presa. Esta no podría defenderse ya que sus cañones estaban guardados para facilitar la carga.
El precioso cargamento que transportaba el “San José” era: 20.000 pesos de plata y 40.000 en pertrechos. 29 cajones con balas, 49 quintales de pólvora, 6.299 tablas de Chiloé y 25 cajones de bazar. Una vez capturada la mayoría de los pertrechos serian trasladados a la “O’higgins”. El capitán Romero y el piloto Pedro Argain le entregarían el inventario de la nave a Cochrane después de destruir la mayoría de los documentos que llevaban; no así las cartas de navegación, entre las encontradas estaba la carta del puerto de Valdivia confeccionada por José de Moraleda en 1788.
Con toda esta información de la bahía y puerto de Valdivia le restaba conseguir la tropa para llevar a cabo la toma del antemural del Pacifico. Por ello se dirigiría con sus presas hacia Talcahuano. Desde allí enviaría a “El Potrillo”, bajo el mando del teniente Cobertt, con comunicados a Valparaíso sobre los planes de captura de Valdivia.
En Concepción Cochrane entraría en tratos con el intendente de la provincia, coronel Ramón Freire Serrano, sobre la toma de la plaza y fuertes de Valdivia. Freire se comprometió a ponerle a disposición 250 hombres de los batallones de línea N° 1 Chile y N° 3 Arauco, al mando del coronel Jorge Beauchef. También el bergantín “Intrépido” y la goleta “Moctezuma” se unirían a las fuerzas de Cochrane. Con esta fuerza partiría el 28 de enero de regreso a Valdivia.
En febrero de 1820 una fuerza naval compuesta de la fragata “O’Higgins” al mando del Almirante Lord Cochrane, el bergantín “Intrépido” al mando de Thomas Carter y la goleta “Moctezuma” al mando de Robert Casey. Esta flotilla comandada por Lord Thomas Cochrane tomaba los fuertes de Corral y la ciudad de Valdivia. El 4 de febrero las tropas desembarcan frente a Corral, al mando de Jorge Beauchef y Guillermo Miller, y tomaban el Castillo de la Aguada del Ingles y el de Corral. El día 5 se inicio el avance hacia Valdivia, tomándose los fuertes de Niebla y Mancera. Al ver el avance de las naves patriotas las guarniciones españolas se retiran hacia Valdivia de manera desordenada. Al día siguiente, 6 de febrero, Cochrane recibe a parlamentarios para rendir la ciudad a las armas chilenas y enterarse de los desmanes causados por los perdedores cuando se retiraban hacia el sur.
“Antes de tomar tierra al Sur de Punta Galera traslade con una mar crecida, las tropas y marinos del O’higgins, al Intrépido y Moctezuma, colocando en este último mi pabellón. - Al O’higgins lo mandé se mantuviese a una distancia que lo pusiera fuera de vista de tierra. - Mi intención era desembarcar aquella misma noche y sorprender a los españoles; pero se frustró este plan por haber sobrevenido calma.
Las fortificaciones de Valdivia están situadas a los dos costados de un canal ancho de tres cuartos de milla, dominando la entrada, el surgidero y la ria que conduce a la población. - Los fuegos de ellas se cruzan en todas direcciones, de tal modo, que con poca cautela por parte de la guarnición, ningún buque podría entrar sin ser bien maltratado, como tampoco permanecer a1 ancla. - Los fuertes principales de la ribera occidental están colocados en el orden siguiente: el Inglés, San Carlos, Amargos, Chorocomayo Alto y Castillo del Corral. Los del costado oriental son: el Niebla, frente por frente del Amargos y el Piojo, en tanto que la isla de Manzanera era un fortificado castillo, montado con piezas de grueso calibre y dominando toda la extensión de la entrada del canal. – Estos fuertes con algunos otros, eran quince, los que en manos de una guarnición experta hacían casi inexpugnable la plaza. Las riberas sobre las que están construidos son poco menos que inaccesibles a causa de la resaca, salvo un pequeño desembarcadero que hay en la aguada de los Ingleses.
El día 3 de febrero, nos dirigimos a la aguada, anclando el bergantín y la goleta cerca de los cañones del fuerte Inglés. - Había una mar de leva que nos impidió un desembarco inmediato. - Las tropas las coloramos bajo cubierta y para que nada sospecharan los Españoles, aparentamos que acabábamos de llegar de Cádiz y que teníamos necesidad de un piloto. - Se nos contest6 que mandásemos un bote por uno. - A esto respondimos que no teníamos bote, porque en el cabo de Hornos la mar se los había llevado. - Esto no les satisfizo y principiaron a reunir tropas en el desembarcadero y a tirar cañonazos de alarma, trayendo al fuerte Inglés las guarniciones de los fuertes del Sur, pero sin molestarnos.
Desgraciadamente, uno de los botes que teníamos oculto a sotavento de los buques, se largo por la popa, descubriendo nuestros designios. - En el acto los cañones del fuerte Inglés, bajo los cuales nos hallábamos, rompieron el fuego sobre nosotros. - La primera bala, atravesando los costados del Intrépido, mató dos hombres. - No quedó otro partido que desembarcar, a pesar de la mar de leva.
No teníamos mas que dos lanchas y un esquife, en el cual entre yo para dirigir la operación. - El mayor Miller partió adelante con la primera lancha tripulada por 40 marinos, arrostrando los fuegos de los que defendían el desembarcadero. - El patrón de la lancha cayó herido y Miller ocupó su puesto, recibiendo una bala que le atravesó el sombrero y rozo la coronilla de la cabeza. - Mandando hacer fuego que unos pocos de los suyos, saltó en tierra con su partida, poniendo en fuga al enemigo con una carga a la bayoneta. – En este momento llegó la segunda lancha del Intrépido, y en menos de una hora tomaron tierra 300 hombres.
Faltaba lo mas dificultoso de la empresa, capturar los fuertes. - El único camino que había para acercarse al fuerte Inglés, era un sendero escarpado por donde solo podía desfilarse de uno en uno. - El fuerte no era accesible más que por una escala de mano que los enemigos habían recogido al ser derrotados por Miller.
Al anochecer, una partida de hombres escogidos, dirigidos por un prisionero español, se adelantó en silencio al ataque. - Iba a caer sobre un cuerpo enemigo que se hallaba fuera del fuerte; pero como había vuelto entrar, nuestra gente no encontró oposición. Esta partida tomó posición y entonces avanzó el grueso de la fuerza, dando vivas y disparando al aire, para intimidar a los Españoles, que debían esperar cargas a la bayoneta. -. E1 enemigo continuó un fuego de artillería y fusilería en dirección de donde venia la gritería de los nuestros, pero sin causar daño alguno, porque la oscuridad de la noche les impedía hacer puntería. - Mientras que de este modo iban avanzando los patriotas, un valiente joven oficial, el abanderado Vidal, que ya se había distinguido en Santa, logro penetrar hasta el fuerte por la parte de tierra.
Ayudado de algunos hombres, arrancó, sin ser apercibido, unas palizadas, con las que construyó un puente sobre el foso por el cual pasó con su gente. – Guardando el mayor silencio se formaron bajo unos árboles. -La guarnición tenía toda su atención puesta a1 ruido que hacían los patriotas en una dirección opuesta a la que Vidal ocupaba.
Vidal hizo una descarga y los Españoles a1 sentirse alagados, creyeron ser cogidos por el flanco, y sin examinar el número de los combatientes echaron a correr comunicando el pánico una columna de 300 hombres, que estaba formada tras del fuerte. Los chilenos que iban con buenos brios, los cargaron y pasaron a la bayoneta por docenas inutilizando los esfuerzos que hacían por llegar a los otros fuertes que los aguardaban con 1as puertas abiertas. -Per esta causa, los patriotas entraron envueltos con los españoles y les persiguieron de fuerte en fuerte hasta el Castillo del Corral, derrotando igualmente a otros 200 más que habían abandonado unos cañones que tenían apostados sobre una altura en el fuerte de Chorocomayo. – El Corral fue asaltado con la misma rapidez. Los enemigos huyeron, unos en botes a Valdivia, otros a los bosques; más de cien, sin contar los oficiales cayeron en nuestro poder y otros tantos fueron pasados a la bayoneta. - Nuestra perdida fue de siete muertos y 19 heridos.
Los españoles, sin duda, habían considerado inatacable su posición, en lo cual tenían razón, atendiendo a lo difícil de su acceso, pero contando con que la defendiesen del modo que se debía hacer. – Conocieron su error tarde, confirmándose de este modo mi observación precedente hecha a los oficiales, de que un ataque sobre el punto que menos se espera, es por lo regular coronado de buen éxito.
Lo que menos esperaban los españoles era un ataque de noche, el mas favorable de todos para el que embiste, por requerir unidad de acción, y el mas desfavorable para el que es acometido, porque infunde pánico y duda y concluye casi siempre por irresolución y derrota.
La guarnición se componía de un batallón de línea, el Cantabria de 800 plazas, y de más de 1000 milicianos.
El día 5 entraron en el puerto el Intrépido y el Moctezuma, que habían quedado en la aguada inglesa, recibiendo los fuegos del fuerte Niebla. - Luego que echaron ancla en el Corral, se reembarcaron 200 hombres para atacar los fuertes Niebla, Carbonero y Piojo. -La O’higgins se presentó entonces la entrada del puerto. - Los españoles que habían visto perder los otros fuertes sin la ayuda de la fragata, ahora que esta había llegado, creyeron sin duda no podrían defenderlos con buen éxito y los abandonaron. - Los patriotas desembarcaron, entraron en el Niebla y esperaron hasta que la marea permitiese ir a la villa de Valdivia.
El Intrépido; a1 cruzar el canal, sin tornar la precaución de echar la sonda, baró en un banco y se fue a pique. - La O’higgins no se hallaba en mejor estado y a fin de evitar se fuera a pique en mayor profundidad, fue preciso dar con ella en un banco de légamo cerca de tierra; de suerte que el solo buque que nos quedaba era el Moctezuma.
El día 6, las tropas navegaron río arriba, en persecución de la derrotada guarnición y entonces recibimos un parlamentario que nos informó, que el enemigo había abandonado la villa, después de haber saqueado las casas y almacenes de particulares; que a la vez se había fugado el gobernador y el coronel Montoya con dirección a Chiloé.
A consecuencia de los desórdenes que los españoles acababan de cometer, la villa se hallaba en la mayor consternación, habiendo abandonándola sus habitantes. - En el acto di una proclama para que nadie fuese molestado en su persona y bienes, que produjo el efecto de hacerles volver. - Hice promulgar en seguida un bando para que ellos mismos nombrasen gobernador, lo cual acabó de restablecer la confianza. - Las disposiciones del pueblo eran buenas, y cualquiera inclinación que hubiese quedado en favor de la dominación española, se desvaneció con la presencia de las tropelías que los realistas habían cometido.
En atención a las numerosas que eran las fortificaciones y a lo escaso de las tropas que tenia, pensé en un principio destruirlas y embarcar la artillería ; pues era presumible que los enemigos volviesen de Chiloé con un regimiento que allí tenían y la defensa nos seria dificultosa; pero considerando que el reponer dichas fortificaciones, que habían costado mas de un millón de pesos, seria dificultoso para Chile, resolví al fin dejarlas intactas con su artillería y municiones, prometiéndome antes de mi regreso a Valparaíso, hacer mas completa la derrota de los que se habían fugado.
El valor del botín que cayó en nuestras manos, considerando tan solo el de los fuertes y edificios públicos, fue considerable; pues bastaba atender a que Valdivia era el depósito general de la parte meridional del continente.
Entre los pertrechos militares se encontraban mas de 1.000 quintales de pólvora; 10.000 balas de canon, entre las cuales 230 eran de bronce; 170,000 cartuchos de fusil ; gran cantidad de armas menores; 128 cañones, 53 de los cuales eran de bronce y el resto de fierro; el buque Dolores, que se vendió después en Valparaíso por 20,000 pesos, a la par de los almacenes públicos que rindieron igual valor y de la plata labrada que el general Sánchez había robado de las iglesias de Concepción avaluada en 16.000 pesos.
Por la correspondencia hallada en las oficinas de Valdivia, resaltaba claramente que Quintanilla, gobernador de Chiloé, tenia graves temores de que hubiese una sublevación en San Carlos; por lo que en vez de volverme a Valparaíso, me resolví a ver que partido podría sacar allí.
La pérdida del Intrépido y la inutilidad de la Almiranta que ya no podía navegar, influían en nuestros recursos de movilidad. - No quedándonos mas que el Moctezuma y la Dolores, los atestamos con todas las fuerzas disponibles, dejando las que habían venido de Concepción a1 mando del mayor Beauchef.
Mientras tanto despaché a Valparaíso una piragua llevando la noticia de nuestros triunfos. - Esta inesperada nueva produjo, según supe después, un entusiasmo general cual jamás se había visto. - Lo mas gracioso del asunto fue, que con corta diferencia de la piragua, llegaban los tres buques de la escuadra que despachó al salir de Guayaquil, atribuyendo el capitán Guise y sus oficiales el mal éxito de los cohetes delante del Callao a la incapacidad mía; de la cual deducían que yo no sabia mandar una escuadra. Entonces no se profirió ni una palabra de censura contra el pobre Goldsack, que en justicia no la merecía, pero a quien luego se le imputaba la culpa, causándole su ruina.
A las inculpaciones de mis enemigos, Zenteno agregó una elaborada acusación en mi contra, tratándome de insubordinado por no haberme vuelto, según me lo prevenían las instrucciones. - La camarilla se felicitó de que se me depondría con ignominia. - El pueblo mismo no sabia que juicio emitir, pues le ocultaban todo cuanto podía contribuir a formar una recta opinión y solo le daban a conocer cuanto le forjaba en mi descrédito.
Con la llegada de la noticia de mis triunfos se echó tierra a todo esto; los ministros para recobrar el crédito perdido, se unieron a1 entusiasmo popular que no podían impedir, abrumando de injustos reproches al infeliz Goldsack, por el mal éxito de sus cohetes.”

La noticia sobre la caída del sistema defensivo español en Valdivia a manos de las fuerzas de Cochrane causaría suma conmoción en todos los habitantes de la capital. El 17 de febrero se informaba de los hechos en un número especial de la Gaceta Ministerial.
“El Gobierno acaba de recibir noticias oficiales de la toma de la interesante plaza de Valdivia por parte del Almirante de la Escuadra Nacional, Lord Cochrane. Para satisfacer inmediatamente la curiosidad del publico, nos apresuramos a insertar aquí el parte original del Gobernador Intendente de Concepción, coronel D. Ramón Freire y un extracto de la carta que dirige a este el almirante, ínterin llega el parte detallado que viene por mar.
El éxito feliz de una empresa tan brillante ensalza sobre manera el nombre de nuestro ilustre almirante y de sus bravos y dignos compañeros, sobre todo si se considera la dificultad que presentaban las fortificaciones de Valdivia, tenida hasta ahora por inexpugnable, y lo inadecuado de los medios con que se emprendió tan heroica como importante conquista.

Excmo. Señor

Sin embargo de que por mar recibirá V. E. las comunicaciones del señor almirante Lord Cochrane, sobre la toma de la importante Plaza de Valdivia, tengo el honor de acompañar a V. E. la carta particular que he recibido en este momento. El capitán del puerto D. Fernando Vásquez se dirige a Valparaíso en una piragua conduciendo dicha correspondencia.
Mañana mismo voy a marchar para Arauco con una fuerte división, cuyo movimiento estaba paralizado por falta de víveres.
El coronel Alcazar se halla desde el día 10 a la otra parte del Bio Bio en persecución de Bocardo y demás, que se abrigan frente de la Plaza de San Carlos y Santa Bárbara. Esta de acuerdo con los indios del Bultamapu de Angol, que no hay duda proceden de buena fe. La división que tiene a su mando se compone de seiscientos caballos y cuatrocientos infantes con cuatro piezas de artillería. Estoy esperando por momentos el resultado, que no dudo sea en todo muy favorable.
Los Pehuenches de Antuco han traído a la Plaza de Los Ángeles dos niños de los que tomaron cautivos los enemigos en su incursión por Alico contra la Villa de San Carlos y se espera que facilitaran la devolución de los demás que se hallan en poder de esos bárbaros.
Dios guarde a V. E. muchos años. Concepción y febrero 14 de 1820.- RAMON FREIRE.- Excmo. Señor Director Supremo del Estado de Chile.

Extracto de la carta del almirante Lord Cochrane, fecha 11 de febrero, a bordo de la O’Higgins, en el puerto de Valdivia:

“Tengo la mayor satisfacción en comunicar a V. S. el feliz resultado del ataque sobre Valdivia, cuyos castillos, fuertes y baterías, montando mas de 100 piezas de artillería, están ya en nuestro poder junto con todos los pertrechos de la guarnición y el deposito del ejercito del Sur. El coronel, las banderas, lo mas de las reliquias del Regimiento de Cantabria, y todo cuanto contenía su cuartel general en la ciudad de Valdivia ha caído en nuestras manos. Solo unos 100 hombres pudieron huir a los llanos pero han sido tan mal recibidos por los paisanos y los indios, que vienen a presentársenos todos los días algunos de ellos. Hemos tomado la fragata Dolores, que estaba en el puerto; un bergantín, que también había en él, lo quemaron los enemigos.
El ataque fue de noche, toda nuestra perdida ha consistido en 6 muertos y 18 heridos.
He resuelto embarcar una parte de la tropa para atacar Chiloé. Con unos hombres tan bravos como los que me acompañan, no tengo el menor temor del feliz éxito de esta empresa.
Deseo que la piragua, conductora de esta, proceda inmediatamente a Valparaíso, con los pliegos para el Gobierno Supremo.”
(Archivo O’Higgins, Tomo, págs. 301 – 302)